La brecha digital es una de los principales problemas de este modelo.

EDUCACIÓN

¿Cómo debería ser el modelo de alternancia en colegios?

Expertos de la Universidad Abierta de Cataluña explican los retos del modelo semipresencial que propone el Gobierno. Esta metodología no sería muy efectiva para los más pequeños.

12 de junio de 2020

La crisis sanitaria originada por la pandemia de la covid-19 ha puesto en jaque el sistema educativo de muchos países. En América Latina, el largo confinamiento al que se han visto obligados los cerca de 154 millones de alumnos, ha subrayado la necesidad de un cambio de paradigma, ya que, además, podría haber rebrotes de la epidemia con la reapertura de los colegios, tal y como ha sucedido en otros países.

Entre las opciones planteadas por los diferentes gobiernos, incluido el caso colombiano, está la posibilidad de implementar una educación mixta presencial y en línea en los colegios a fin de evitar el colapso educativo. Según propuso el Gobierno nacional, a partir del 1 de agosto se podrían retomar las clases en los colegios y universidades bajo el modelo de alternancia.

Sin embargo, según Lourdes Guàrdia y Albert Sangrà, profesores de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la Universidad Abierta de Cataluña, todavía hay notables dificultades que solventar, entre ellas la brecha digital, determinada por las diferentes posibilidades de acceso a la tecnología por parte de la población y la forma de garantizar la socialización que fomenta la presencia de los alumnos en las aulas.

Guàrdia, que es directora del máster universitario de Educación y TIC (E-learning) de la Universidad,  indica que no es posible solucionar esa brecha en pocos meses. Según la profesora, "lleva tiempo implementar este cambio, que también es cultural, y no solo pedagógico y tecnológico". Y, aunque puede dotarse a los centros y a las familias de más tecnología, "aprender a usarla con fines educativos no es inmediato; se necesita formación, planificación, liderazgo, capacidad de adaptación al cambio", agrega la experta. 

¿Qué tan presencial o que tan virtual debe ser la educación en adelante? La edad es un factor clave. Foto: Archivo SEMANA

En opinión de Albert Sangrà, para hacer frente a la brecha digital entre los estudiantes debe trabajarse en la formación intensiva de los docentes, con una mayor equidad que garantice el acceso a internet como un derecho fundamental y a partir del apoyo a las familias, a fin de que dispongan de todos los instrumentos para que sus hijos no queden descolgados del proceso educativo. Y tal esfuerzo que requiere notables inversiones.

La alternancia funciona mejor para secundaria y superior

Una dificultad que destacan casi todos los protagonistas de este proceso aparece en el momento de contemplar la edad de los alumnos. Cada nivel educativo tiene sus particularidades en cuanto a perfil de los alumnos, a objetivos educativos, capacidades propias de la edad o en relación con su desarrollo personal, por lo que está claro que no sería recomendable implementar la misma estrategia en todas las etapas.

La docente explica que en las primeras etapas de la formación escolar, muchos aprendizajes se producen "a partir de experiencias educativas más sociales y que requieren cierto contacto físico y de una mayor relación entre alumnos y profesores", en cambio, en etapas superiores, "podrían encontrarse fórmulas de aprendizaje híbrido que funcionarán", añade la experta.

En ese sentido, señala que para implementar este sistema híbrido, "habrá que revisar el currículo escolar, analizar el perfil de los alumnos teniendo en cuenta su contexto familiar y condiciones de estudio en casa o en otros lugares públicos que puedan facilitar la administración cuando no puedan tener dichas condiciones en casa", indica Guàrdia. 

Para la profesora, será fundamental discernir qué recursos se utilizarán en el aula y cuáles en red y en el entorno virtual, "entre docentes deben coordinarse para evitar la sobrecarga de trabajo a los alumnos", subraya la especialista, quien consideró que ahora más que nunca sería una oportunidad para introducir una forma distinta de abordar un currículo menos fragmentado, más competencial de lo que es ahora, mediante el desarrollo de proyectos multidisciplinares,