Barranquilla y sus tareas en educación

Semana Educación dialogó con los secretarios de Educación de Bogotá, Cali, Medellín y Barranquilla. Lo hizo para conocer cómo pasarán del discurso de las propuestas a los programas y realidades concretas para el sistema educativo de estas capitales en los próximos cuatro años. Los planes de desarrollo, en los que trabajarán en este primer semestre, servirán de hoja de ruta general. Y el capítulo de educación desempeñará un papel protagónico.

Barranquilla vive un proceso de transformación radical, y en buena medida se debe a los programas desarrollados por las últimas administraciones. La mejora en la infraestructura de las instituciones educativas es uno de esos logros; sin embargo, en esta, como en otras áreas, los retos aún son gigantes. 

La ampliación de la cobertura de jornada única, como política pública nacional, es uno de los focos del alcalde Jaime Pumarejo Heins. Esta, que se ha implementado de manera gradual desde el segundo semestre de 2015, cerró 2019 con 40.565 estudiantes registrados, por lo que la nueva administración distrital se ha planteado una meta de 50.000 para 2023. 

Esto teniendo en cuenta los grandes beneficios e incentivos que ha traído para la calidad de vida de los estudiantes, que los orienta en la construcción de sus proyectos de vida. En su implementación, según la secretaria de Educación Distrital, Bibiana Rincón, se han realizado esfuerzos para el desarrollo de una infraestructura óptima. 

“Seguiremos apostándole a la consolidación de escuelas en las que nuestros estudiantes accedan al modelo en espacios confortables. En este sentido, en alianza con el Ministerio de Educación Nacional, hemos desarrollado 19 proyectos de infraestructura educativa, de los cuales 8 ya fueron entregados y 11 se encuentran en ejecución. Además, contamos con 8 proyectos de infraestructura por medio de APP, que permitirán que estos planteles educativos cuenten con jornada única”, señaló. 

Otro de los grandes retos es la puesta en marcha de un programa de bilingüismo a mediano plazo en la totalidad de los colegios públicos. Con respecto a esto, Rincón indicó que esta es una de las grandes apuestas del alcalde Pumarejo. Para lograrlo se diseñó un plan de fortalecimiento en la enseñanza de una segunda lengua en las 154 instituciones educativas locales. 

La idea es implementar un enfoque de trabajo en cuatro habilidades básicas: hablar, escuchar, leer y escribir, en un contexto comunicativo que enriquezca el acervo cultural de los docentes y estudiantes. Uno de los caminos es seguir el modelo de la IED Jorge Nicolás Abello, con sede en la ciudad y la única institución educativa oficial bilingüe de Colombia.

Para esto se planea arrancar con 40 centros oficiales e ir aumentando la focalización hasta llegar a la totalidad. En Barranquilla, como en las otras capitales de la región Caribe, el acceso a la educación superior sigue siendo un gran reto. Al cierre de la anterior administración, 43.000 jóvenes tuvieron acceso a educación superior en cuatro años. 

Con el objetivo de brindar continuidad a los procesos educativos de los estudiantes, la Alcaldía ha establecido alianzas y herramientas diversas. Entre ellas están: el programa de articulación con la media en todas las instituciones, con más de 12.700 estudiantes impactados; la alianza con el Instituto Técnico de Soledad Atlántico (Itsa), para convertirlo en la primera universidad distrital, con programas técnicos, tecnólogos y profesionales; y la construcción de 12 sedes del Sena, especializadas en las necesidades del mercado laboral de la ciudad, con acceso a 90.000 jóvenes. 

Otro de los puntos de mayor atención, según anunció la secretaria Rincón y teniendo en cuenta los problemas recientes denunciados por la Fiscalía en el ámbito departamental, es la optimización del Programa de Alimentación Escolar en la ciudad. 

“Para la nueva administración es de vital importancia que todos los estudiantes focalizados en el PAE cuenten con su ración de alimentos, garantizando más bienestar y permanencia. Por ello se desarrollan métodos para velar por la buena prestación de este beneficio, por medio de la supervisión y el acompañamiento de un equipo de nutricionistas, quienes visitan cada una de las instituciones educativas distritales para verificar el correcto funcionamiento”.