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DERECHOS

Educar a las mujeres transforma a la sociedad

No habrá igualdad de género ni desarrollo si las mujeres no tienen acceso a la educación. Historias de adversidad y de inspiración

27 de abril de 2014

Según cifras del programa Room to Read, una de cada tres adolescentes en el sur de Asia están casadas o comprometidas. En Zambia, el 61% de las jóvenes justifican el maltrato físico en los matrimonios. En Bangladesh tan solo un 47% de las mujeres asisten a una educación bachiller.

Actualmente, las noticias sobre violencia de género y discriminación hacia las mujeres muestran el camino que aún falta por recorrer hacia la verdadera igualdad.

Sin embargo, y aunque en menor medida, también existen las historias de cambio, de éxito y de transformación de mujeres determinadas que buscan elevarse más allá de la injusticia e inspirar a la acción.

Emily Leys es la directora global del programa Room to Read Girls' Education, que lucha por la igualdad de oportunidades para todas las mujeres en el mundo. Leys escribió un artículo para The Huffington Post en honor al Día Internacional de la Mujer, donde habla de su trabajo en pro a los derechos de las niñas y adolescentes en África y Asia.

Leys afirma que ha conocido mujeres destacadas que han exigido atención y se han rehusado a quedarse calladas. Mujeres que insisten en tener educación a pesar de las tradiciones culturales o religiosas; mujeres que se resisten al matrimonio juvenil; mujeres que son emprendedoras rurales y sacan a su familia de la pobreza.

Para Leys no hay una fórmula ganadora para solucionar la desigualdad de género, pero habla de un paso crucial y es el darle a las jóvenes una plataforma para ampliar sus voces y así incentivar a más mujeres a luchar por sus derechos.

En distintas sociedades las generaciones actuales de mujeres se están abriendo paso en este campo y están dejando un legado para aquellas que vienen detrás. No se trata solo de conocimiento: estas mujeres están desarrollando habilidades como la autonomía, la comunicación, la empatía, la toma de decisiones y la participación activa para lidiar con emociones, situaciones de estrés y choques culturales.

Estas habilidades serán empleadas en un futuro en las interacciones diarias de una mujer como en su educación su salud, sus derechos y su protección construyendo así responsabilidades sociales para un futuro.

Esto, sumado a unos fundamentos académicos, formará mujeres con empoderamiento para cambiar, transformar y construir un mundo con igualdad, con una nueva percepción hacia la mujer y con más oportunidades para generaciones futuras.

Nisha, una joven de India, convenció a sus padres analfabetos para continuar con su educación y entrar a una universidad, mientras administra la tienda de té de su padre luego que este quedó inválido en un accidente.

Nisha administra el local, paga los gastos adicionales del colegio de su hermano y asiste a la escuela. Está estudiando una carrera de humanidades en una reconocida Universidad en Uttarakhand, India.

En Vietnam, Tay Thi está cursando su último año de estudios para poder ejercer como docente. Luego de varios obstáculos, como cuando sus padres quemaron todos sus libros, Tay Thi afirma que prefiere pasar hambre y retar a sus padres mientras pueda ofrecerle ayuda y educación a otras familias.

Sum Sin superó la pobreza extrema y la exclusión social que vivió al manifestar su deseo de querer convertirse en profesora de primaria. El padre y los cuatros hermanos de Sum Sin murieron y ahora su madre, vendedora de pescado en el mercado local, manifiesta el orgullo que siente al ver que su hija está educando a la próxima generación de la aldea.

Estas mujeres son el modelo a seguir de muchas niñas de su comunidad y esperan que su historia contribuya a inspirar a otras alrededor del mundo. Pero como ellas, hay muchas mujeres con más historias por contar que no tienen una plataforma para expresarse.

A través de cada relato de lucha e historia de triunfo se inspiran a las demás personas y se muestra cómo con fuerza y determinación la igualdad de género no está tan lejos de alcanzar.