Cuatro lecciones que deja el encuentro académico ‘Oportunidades de vida’

Varios testimonios, experiencias inspiradoras y lecciones sobre la importancia de la cooperación internacional y la inversión en educación dejó el encuentro académico ‘Oportunidades de vida’ que se desarrolló este lunes en Maloka.

Una iniciativa del gobierno de Canadá con el apoyo de Semana Educación. La idea era -como su nombre indica- hablar sobre cómo, mediante la educación, se pueden llevar oportunidades de vida a las personas, especialmente a esas que, por vivir en comunidades remotas o en condiciones muy precarias, no las tienen.

Una de las prioridades del gobierno de Canadá en los recursos de cooperación internacional que gira a Colombia es esa, trabajar por mejorar el acceso a la educación y el trabajo en las zonas afectadas por el conflicto.

Vea en video el encuentro académico ‘Oportunidades de vida‘

Proyectos como Vive La Educación, Con Paz Aprendemos Más, Valiente, Liderando por la Paz tienen precisamente ese fin, y aunque no generan demasiado ruido en el país, aportan mucho por el desarrollo de competencias básicas, socioemocionales y financieras y la transformación social de las comunidades colombianas que lo necesitan.

Los 180 asistentes conocieron de cerca algunas de estas experiencias y las lecciones que han dejado entre sus promotores y beneficiarios. De estas, se pueden extraer cuatro conclusiones que afloraron a lo largo del encuentro:

1. Pensar la ruralidad desde una nueva perspectiva

“Estamos invitando a que nos acompañen en un ejercicio grande de país en torno a ¿por qué no avanzar en la construcción de una política pública de educación rural?”, dijo Constanza Alarcón, viceministra de Educación Preescolar, Básica y Media.

Según dijo, el país necesita un modelo de educación rural que se adapte mejor a las necesidades de la ruralidad. “Se debe repensar de manera transgresora. El sector educativo tiene que empezar a adaptarse a una nueva forma de pensar para la ruralidad dispersa”, concluyó.

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Para eso, es imprescindible considerar las características propias de la ruralidad colombiana, señaló María Fernanda Cruz, directora del programa Con Paz Aprendemos Más.

Por otro lado, la falta de seguridad y oportunidades en el campo ha generado el éxodo de talento humano que no termina de solucionarse con oportunidades laborales, indicó Óscar Sánchez, coordinador nacional de Educapaz.

“Los chicos no quieren quedarse. Entonces, más que buscar oportunidades de ingresos económicos, hay que conseguir que vean el mundo, que viajen, pero siempre comprendiendo lo valioso de su territorio”, dijo.

En ese sentido, es fundamental trabajar en el arraigo y la identidad de los jóvenes en la ruralidad. “Solo si logramos que los jóvenes se identifiquen con su propia cultura, vamos a poder construir un modelo de país”, agregó Ariel Rivera, jefe de programas del Consejo Noruego para Refugiados.

“No es un capital semilla y mira a ver qué haces, es acompañarlos. Nosotros les estamos ayudando a encontrar su lugar”, sentenció María Paula Martínez, directora de Save the Children Colombia.

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2. ¿Cooperación para qué?

Una de las lecciones que más resonaron entre los participantes es la de aprovechar los recursos de la cooperación internacional e invertir en acciones sostenibles en el tiempo.

Y es que uno de los retos de Colombia al entrar en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y volverse un país de renta media es que empezará a recibir cada vez menos recursos de cooperación internacional.

“Entonces tenemos que tener un buen uso de los recursos de cooperación que aún llegan, pero, sobre todo, garantizar la sostenibilidad de su inversión”, expresó Ángela Ospina, directora general de la Agencia Presidencial de Cooperación Internacional (APC-Colombia).

“Por ejemplo, hace poco acompañé un proyecto de educación en Nariño que se logró gracias a la cooperación de Canadá, y ahora los estamos replicando en otras partes del país. De una sola inversión se puede expandir a otras zonas; eso es hacer mejor uso de los recursos de esa iniciativa”, dijo.

En sus palabras, el foco de la administración de Iván Duque es utilizar los recursos de cooperación eficientemente para mejorar la institucionalidad de las regiones y así impactar directamente en quienes más lo necesitan.

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3. Con los jóvenes

Uno de los momentos más especiales del encuentro fue el conversatorio de Camila Villar, oficial de Desarrollo Adolescente y Participación de Unicef, con algunos jóvenes beneficiados por los programas de cooperación canadiense, donde, la principal conclusión, es que esto se construye escuchando a los jóvenes.

Como diría Óscar Sánchez, “la gente es más importante que cualquier metodología. Hay que inspirar a los jóvenes para que ellos construyan sus propios procesos. A partir de eso, sí tiene sentido el apoyo externo”.

En ese sentido, los jóvenes coincidieron en la necesidad del empoderamiento de la juventud, para enfrentarse a los prejuicios familiares de roles de género y velar por sus derechos educativos, de participación política y de decisión sobre su futuro.

De hecho, el empoderamiento sobre los derechos reproductivos fue una petición constante de jóvenes y expertos. “Necesitamos que desde muy jóvenes esta población comprenda que el ejercicio de la libertad comienza en el cuerpo; ahí es donde entran los derechos de salud sexual y reproductiva”, agregó Marta Royo, directora ejecutiva de Profamilia.

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4. Igualdad de género, un componente fundamental de la equidad

“En Canadá estamos muy enfocados en erradicar la pobreza. Eso implica inversión social, pero también creemos que la mejor forma de lograrlo es invertir en la igualdad de género”, contó Cheryl Urban, directora regional de Asuntos Globales de Canadá.

Y es que, para los expertos, no es posible pensar en la equidad sin atacar las diferencias de género que son aún muy pronunciadas en el país.

“Tenemos que trabajar desde las bases para que nunca más se piense que el liderazgo político es un asunto de hombres”, dijo Margarita Barraquer, presidenta de la Fundación Plan.