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EDUCACIÓN

Fuerza Esteban: la vida del joven músico que perdió su ojo marchando por la educación

El estudiante de sexto semestre de música instrumental está siendo atendido en el hospital San José de Popayán: "vi que el que me disparó era del Esmad", dijo. Esta es su historia.

14 de diciembre de 2018

Esteban Mosquera salió a marchar el jueves una vez más por su Universidad del Cauca y por la educación pública. Luego de caminar varios kilómetros regresó a la facultad de artes. Le llegó información de que había enfrentamientos entre encapuchados y el Esmad cerca de la facultad de ingeniería.

Aunque es estudiante de música, las acciones de ese grupo de la Policía lo habían motivado a grabar los desmanes y los abusos por parte de los uniformados como si tuviera alma de un reportero gráfico. Nunca lo hizo sin ocultar su rostro. Ya lo habían agredido antes en otra marcha. Una vez llegó a las residencias universitarias vio gases lacrimógenos de muchos colores, “verdes, naranjas, azules”.

Corrió hacia la portería para refugiarse, cuando vio al Esmad sobre la reja que limita el campus universitario. “Cuando menos pienso, siento un golpe en el ojo izquierdo”, dijo el estudiante de música a Unicauca Estéreo, emisora de la universidad.

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Se arrastró como pudo, hasta llegar a donde había personas. Una brigada de salud lo atendió en primeros auxilios y lo trasladaron a urgencias.

Esteban es estudiante de música instrumental de sexto semestre. “El arte y la música son transformación. Ellas conectan las diferentes almas que hay en todo el mundo para hacer seres sinceros”, dijo el estudiante.

Ama pasar sus dedos entre las teclas del piano, pero lo que más le conmueve el corazón es crear ritmos, o sea apoderarse de la percusión. “Afortunadamente hemos sido escuchados”, dijo Esteban cuando, en la clínica, supo del acuerdo entre estudiantes y gobierno e invitó a que los conflictos se solucionen con diálogo.

Perdió el ojo izquierdo en su totalidad. Ahora está a la espera de entrar a una cirugía estética.

La ilustración de David Arias, en la que se ve a Esteban con libros que vuelan de su ojo izquierdo, se ha convertido en otro símbolo del paro estudiantil que duró 64 días. El dolor de su compañero lo motivó a crear esta pieza. "El sentimiento que me dio fue como si hubiera sido mi propio hermano, un vacío de rabia y de impotencia que me llevó a explotar eso que sentía en una ilustración que comunicara eso que me afectaba, eso que me ofendía, quería que la gente se diera cuenta que el dolor era de todos", dijo el estudiante de Diseño Gráfico que hizo la pieza.

Esteban vive con dos de sus tías en Popayán, pues sus dos padres ya fallecieron. Una de ellas, María Fernanda Mosquera, publicó una emotiva carta a su sobrino. “Que despertar tan amargo, que tristeza tan honda- Como quisiera que fuese tan solo una más de las noticias falsas que cada día leo en la confrontación irracional en la que está la sociedad colombiana”.

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La tía de Esteban rechaza en sus palabras a quienes tildan a su sobrino de buscarse su destino, y que piensan que se debe al fanatismo, a la ignorancia y a las ideas retorcidas.

“Cómo vamos decírselo a tu abuelita, yo no sabía que decir. Porque le dolerá muchísimo".

Sarah Klininger, vocera de Unees de Unicauca afirmó que su compañero está atravesando problemas psicológicos por su situación.

Lo cierto es que Esteban se ha convertido en un símbolo de resistencia para el movimiento estudiantil actual y lo será para los que vienen.

Esta es la carta completa que su tía María Fernanda le dedicó:

Mi niño lindo

Qué despertar tan amargo, qué tristeza tan honda- Como quisiera que fuese tan solo una más de las noticias falsas que cada día leo en la confrontación irracional en la que está la sociedad colombiana.

Recuerdo el día que naciste. Cómo te encontré despierto y sonriendo mientras tu mamá descansaba. Te cogí en brazos y te acerqué a mi corazón.

Habías llegado sin avisar, irrumpiendo en la vida con esa sonrisa dulce y tranquila.

No ha sido fácil. Un corazón sensible y lleno de ganas de que el mundo sea música.

No puedo parar de llorar, de sentir como se me dobla el alma, de que seas tú, herido en medio de la violencia que no quiere cesar.

Ahora, mientras leo a quienes te insultan y dicen que te lo buscaste por estar en el movimiento de estudiantes que utiliza el conflicto, y a quienes desean utilizarte contra el gobierno, solo siento el fastido que he sentido siempre hacia el fanatismo, la ignorancia querida y esas ideas retorcidas de quienes son tan mezquinos que solo piensan a través de sus vísceras y de sus complejos, de sus resentimientos o de sus odios.

Ahora mientras hablaba por teléfono y me preguntaban cómo vamos decírselo a tu abuelita, yo no sabía que decir. Porque le dolerá muchísimo. Ella siempre ha adorado a sus ovejitas rebeldes. Al fin y al cabo ella lo ha sido en cierto sentido.

Pero más me preocupas tú. Que esa violencia que has sentido en tu cuerpo y sus consecuencias físicas, no te dañe esa música que estás buscando y le dé su lugar al caos.

Todas esas conversaciones que hemos tenido, nuestra complicidad, y conociendo tus ganas de buscar sentido a la vida mas allá de la rigidez social y cultural, tu horror ante la injusticia, tu humanidad, tienen que continuar perseverando en una manera constructiva. En esos pasos hacia adelante donde a pesar de la diferencia y de las resistencias se van dando los pasos que hacen un camino.

No tengas miedo a seguir el sendero que lleva al claro del bosque.

Es oscuro, y si te das cuenta, hay fuerzas a ambos lados queriendo hacerte desistir, para que te quedes con ellos y no continúes.

Porque ellos se rindieron a buscar la luz.

Eso es el fanatismo. El ser humano que decidió que ya lo sabía todo y que el mundo ha de ser a su manera a como de lugar. El ser caído. Que dejó morir su alma de niño. La curiosidad, las ganas de desvelar los misterios y de aprender. De dejarse sorprender por la realidad. Y de verla en el encanto de la melodía auténtica, no falsificada para reescribir la historia en pentagramas que degeneran en marchas de guerra disfrazadas de armonía. O en himnos para alentar soldados a aniquilar al otro.

La música nunca ha sido una cuestión de poder. Más una de las mas maravillosas expresiones humanas para elevar los sentimientos de estos seres que lo tenemos todo: La vida. la única posibilidad.

Y el amor, la unica respuesta.

Tus primitos que te adoran se fueron llorando al colegio porque están super orgullosos de tener un primo grande y siempre te recuerdan con alegría y les duele que estés pasando por esto.

Y yo pues qué te puedo decir Mi Estebitan, que te quiero muchísimo, y que ese cariño inmenso no depende de nada porque te quiero así. Como eres.

Todo irá bien.

Pero este caos tiene que parar.