El fondo que busca que ocho jóvenes del Pacífico puedan estudiar en Los Andes

Cuando Leyner Mosquera habla del Pacífico le alumbran los ojos y se le ensancha la sonrisa. Nació en Quibdó y cuando le preguntan sobre los desafíos de su región responde con propiedad, con entereza: mueve las manos y alza las cejas mientras dice cosas como “mi región tiene muchas ventajas comparativas en temas naturales y tiene un potencial enorme en temas de emprendimiento, pero es uno de los departamentos que lidera los índices de desempleo” o “en todo el Litoral Pacífico no hay ni una facultad de economía y esta es una poderosa disciplina que puede incidir en el diseño de una política pública, en ausntos de proyecto de inversión, de desarrollo”.                                                     

Mosquera tiene 26 años, actualmente estudia la maestría de Economía Aplicada de la Universidad de los Andes y es integrante del Semillero del Pacífico de esa misma institución. Junto a casi otros 30 estudiantes (de distintas carreras y maestrías), se preguntan por el desarrollo, las oportunidades y la educación de su región. Se cuestionan, por ejemplo, ¿por qué de cada 1.000 bachilleres egresados de colegios del Litoral tan solo siete acceden a la universidad? ¿Por qué de esos siete solo cuatro tienen el chance de realizar su estudio superior en una institución de alta calidad?

Según las cifras, las posibilidades de educación y desarrollo social de los departamentos del Litoral son mínimas. Pese a las dificultades de muchas Instituciones Educativas para brindar clases de calidad a los alumnos del Pacífico, y pese a las barreras de entrada a una universidad, sus estudiantes son brillantes. En 2017, 347 estuvieron entre los mejores puntajes de las pruebas Saber 11: 76 del Chocó (Quibdó, Itsmina y El Carmen de Atrato), 69 del Valle del Cauca (todos oriundos de Buenaventura), 159 del Cauca (Miranda y Santander de Quilichao), y 43 de Nariño (todos de Tumaco).

Le puede interesar: Los más pilos de Chocó

^{Cortesía Semillero del Pacífico de la Universidad de los Andes.}

Por la capacidad que florece en la gente de las zonas más alejadas del Litoral y la sentida preocupación por generar un cambio social de verdad, Mosquera y sus compañeros se unieron al semillero e impulsaron la fondo Quiero Estudiar Pacífico, una contribución educativa que, aunque ya existía en la Universidad de los Andes, estos chicos la focalizaron para subvencionar únicamente a los estudiantes provenientes del Pacífico.

Le sugerimos: Mejores universidades del país tienen en la mira a estudiantes del Pacífico

“Hemos debatido sobre cuál es la perspectiva de desarrollo para el Pacífico. Y valoramos no solo pensar en el crecimiento monetario, sino que valoramos también cosas que valoran la región como la paz, la autonomía, la libertad, la tranquilidad, y le damos un valor importante a lo cultural” agrega Juan Manuel Palacios, otro integrante del semillero y quien actualmente cursa un doctorado en Ciencia Política en los Andes. 

Gestionar el fondo se convirtió en una prioridad cuando Miguel Alejandro Rodríguez Barajas, uno de los compañeros en el semillero, perdió la vida en un accidente de tránsito en la vía Qubdó-Medellín. El Semillero, a la cabeza de Juan Camilo Cárdenas, decano de la Facultad de Economía de dicha universidad, quedó con la misión de continuar la labor social de Rodríguez. 

“Migue tenía el sueño de seguir adelante, de que más  jóvenes del Pacifíco se formaran a un alto nivel para que luego pudiesen aportar al desarrollo local. El Caribe lo ha logrado así, ha formado a muchos profesionales que luego han retornado. hoy el Caribe no tiene mucho que envidiarle al interior del país. Creo que esa es una línea que le apunta al semillero, es decir, cómo generar conocimiento, cómo generar investigación, pero también cómo aportar desde lo social, desde acciones como esas, como lo que hacía Migue. Por ejemplo, él recolectó un camión de ayudas para unas inundaciones que hubo en el Chocó, y envió ayudas a los lugares afectados por el agua. Se trata entonces de tener esa parte no solo científica, sino también social. El semillero es un espacio  de interlocución que nos permite generar esas conexiones con profesores de alto nivel de la universidad y claro, hacen visibles todas esas preocupaciones que tenemos por la región, que es lo más importante”, cuenta Mosquera. 

Le recomendamos: En Tumaco los jóvenes también tienen sueños

¿Cómo funciona Quiero Estudiar Pacífico? 

El fondo está enfocado a jóvenes entre los 16 y 21 años que estén graduados de bachillerato y que hayan logrado sobrepasar el puntaje de las pruebas Saber 11 que exige la Universidad de los Andes para entrar al pregrado de Economía. El puntaje está alrededor de 370 y 375 puntos. Además, la ayuda es una de contribución colectiva, es decir, un fondo cuyos recursos se consiguen a través de donaciones de personas, organizaciones y empresas en general. La meta inicial era recaudar un fondo patrimonial de 348 millones de pesos para subsidiar en un 95% las matrículas de ocho estudiantes, más un auxilio para fotocopias, transporte y/o alimentación. El formato del fondo está bajo un modelo de reciprocidad, es decir, la entrada de cada estudiantes es rotatorio: una vez se gradúa el primer beneficiario, entra el segundo, y así sucesivamente. Cada graduado podrá donar de forma voluntaria recursos para el que le sigue en la lista. 

^{Cortesía Semillero del Pacífico de la Universidad de los Andes.}

“La campaña de donaciones arrancó el pasado 13 de agosto y va hasta el 30 de septiembre. Es una campaña que se lanzó por internet. Ya llevamos dos días en este proceso y hemos recibido mucho apoyo y queremos que de verdad entendamos que fortalecer las capacidades de los jóvenes del Litoral Pacífico es clave no solamente para el desarrollo local, para el Pacífico, sino también para los jóvenes de Colombia. Esos jóvenes que se forman acá no solamente pueden ayudar a su región, sino que pueden ser los próximos ministros, los próximos empresarios, gerentes de empresas privadas, directores de empresas públicas... Hasta presidentes podemos formar con esta iniciativa. O sea que las personas que contribuyan a esta causa no solo están aportando un granito de arena a cada una de las vidas, a cada una de esas personas, sino que también están aportando directamente al país para su crecimiento”, concluye Mosquera.

Para donar al fondo, haga clic aquí.