Ruiz es embajadora de Buena Voluntad del Objetivo de Desarrollo Sostenible 17 relacionado con nutrición. | Foto: Cortesía Presidencia

EDUCACIÓN

Mientras mueren niños por desnutrición al año se desperdician 9,76 millones de toneladas de alimentos: ¿qué hacer?

María Juliana Ruiz aseguró durante la Cumbre Latinoamericana sobre Pérdidas y Desperdicios de Alimentos que Colombia está absolutamente dispuesta y comprometida para ser exitosa en el objetivo de erradicar las muertes por desnutrición y aportar al desarrollo integral de niños, niñas y adolescentes.

11 de octubre de 2019

En el marco de la Cumbre Latinoamericana sobre Pérdidas y Desperdicios de Alimentos, un espacio de intercambio de experiencias entre el sector público y privado, la Primera Dama, María Juliana Ruiz, destacó cómo la nutrición influye en el proceso de formación y de desarrollo de niños, niñas y adolescentes.

En ese sentido, Ruiz habló de la Gran Alianza por la Nutrición, iniciativa que lidera, que a la fecha cuenta con más de 20 aliados estratégicos de distintos sectores, que han permitido posicionar la nutrición como una causa nacional.

“Colombia está absolutamente dispuesta y comprometida para ser exitosa en el objetivo de erradicar las muertes por desnutrición”, afirmó en el evento que se desarrolló en Bogotá.

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De acuerdo con cifras de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), en América Latina y el Caribe se estiman niveles de pérdida y desperdicio cercanos al 34% de los alimentos producidos, lo que representa 127 millones de toneladas de desperdicios al año, equivalentes a un promedio de 223 kilogramos por persona.

Al mirar las cifras de desperdicios en Colombia, el panorama no es muy distinto. Según el DNP en el país se pierden y desperdician anualmente un total de 9.76 millones de toneladas de alimentos, lo que equivale al 34% de la producción total.

Sobre esto, la Primera Dama precisó que cerca del 64% de las pérdidas y desperdicios de alimentos se producen en la fase inicial, es decir, en la parte agrícola, en la poscosecha y en la logística previa al traslado hacia su destino final.

“Es un tema que toca para mí dos áreas fundamentales: la nutrición y hace un llamado al trabajo multisectorial, al trabajo coordinado, colaborativo, propositivo y con un objetivo determinado. Y ese ha sido el punto de partida de las acciones que hemos decidido tomar desde el despacho”, señaló Ruiz.

Asimismo, la Primera Dama resaltó el aporte de la Ley 1990 de 2019, contra el desperdicio de alimentos, la cual tiene como fin dar las herramientas adecuadas a productores, procesadores, distribuidores y consumidores para que realicen un manejo adecuado de los alimentos.

Cabe recordar que María Juliana Ruiz es Embajadora de Buena Voluntad del Objetivo de Desarrollo Sostenible 17, el cual busca poner fin al hambre, lograr la seguridad alimentaria y la mejora de la nutrición para el 2030, “buscamos visibilizar el proceso que surge y que tiene un ser humano desde que nace hasta que se convierte en una persona independiente, capaz de aportar y poner al servicio de la sociedad sus habilidades, sus capacidades y sus talentos”.

Nutrición del alma

Por otra parte, Ruiz explicó que concibe la nutrición como un proceso no exclusivo de alimentación, sino de formación y de enriquecimiento del ser humano. Por eso la dividió en dos ejes: la nutrición del cuerpo y del alma.

“En la nutrición del cuerpo estamos enfocados en todo lo que tiene que ver con esa capacidad de fortalecer la oferta de micronutrientes en nuestro país, para hacer eficiente la apropiación de toda esa capacidad alimentaria que le permite a los seres humanos desarrollarse cognitivamente”, explicó.

Respecto a la nutrición del alma, indicó que se trabaja en el fortalecimiento del entorno socio afectivo de los niños y adolescentes, “estamos seguros de que no nos serviría de mucho imprimir todo nuestro esfuerzo exclusivamente en el desarrollo cognitivo del ser humano, si estamos dejando a un lado el fortalecimiento del entorno socio afectivo, el cual les permite desarrollarse y crecer con una conciencia social y comunitaria”.