Aprender es como jugar videojuegos

Imagínese aprender un oficio jugando con un programa similar a World of Witchcraft. Esa es a grandes rasgos la propuesta de École 42, una institución gratuita creada en Francia, que rompe con los paradigmas de la educación tradicional. Un día de clases normal en este instituto de programación e informática localizado en París, es muy diferente a lo que la mayoría ha vivido en su experiencia escolar. Nació en Francia en el año 2013 financiada por el magnate Xavier Neil y co fundada por el científico informático Nicolás Sadirac, y se distingue de otros modelos de formación académica en que no tiene libros, no hay profesores, es gratuita y cuenta con altísimos estándares de calidad.

La mayoría de sus estudiantes son jóvenes que aún no han terminado bachillerato, pero otro porcentaje de ellos son profesionales con post doctorado. Para ingresar a este programa no se requiere ICFES ni diploma de bachillerato. El objetivo del proyecto es fundarlo en Bogotá debido a que es una ciudad que acoge a personas de todas partes del país y es en donde está concentrada buena parte de la industria.

En primera instancia resulta difícil entender cómo funciona.  Por eso Sadirac hace una comparación de una clase en École 42 con el videojuego World of Warcraft; la diferencia es que los castillos se reemplazan por desafíos de programación. Concretamente, se trata de un software que guía la formación al poner los desafíos que los estudiantes deben resolver. En cuanto terminan estos retos, se logran puntos de experiencia y se da acceso a diferentes niveles, tal y como en un videojuego.

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Buena parte de la filosofía de École 42 está basada en la diversidad y en el desarrollo de las capacidades intelectuales del estudiante, y no en la memorización, que es uno de los preceptos de la educación actual que aquí se considera obsoleto.  Tres de las características que marcan la diferencia de un egresado de École 42 frente a uno de otra universidad es que sabe trabajar en equipo, además de que se integra a esta fácilmente como un talento de gran valor.

Durante el estudio están previstas dos pasantías directamente con compañías y esto hace que se desarrollen otras habilidades que se necesitan actualmente en el mundo laboral. Algunos de sus egresados trabajan para empresas de la talla de Google o Facebook, y también son apetecidos por el sector financiero y las Fintech. Sin embargo, hay otro porcentaje que decide crear sus propias Startups.

En Colombia, este modelo educativo disruptivo se está poniendo en marcha bajo el liderazgo de los emprendedores sociales: Viviana Cañón, una internacionalista colombiana y Jérémie Franc de Ferrière, un ingeniero francés, que trabajaron en entidades gubernamentales del país, incluído el MinTIC. Se prevé que empezará a operar en el primer semestre del 2019 para formar a los programadores informáticos en plena era de la transformación digital.

“Con Viviana conocíamos muy bien el contexto colombiano en temas de TIC y educación y cuando conocimos 42 durante nuestras respectivas maestrías, vimos que correspondía a las necesidades del país”, explica de Ferrière. Cuenta que Nicolas Sadirac los recibió a él y a Viviana en Paris, y aunque fue muy receptivo con la idea de replicar el modelo en Colombia, los instó a encontrar socios y hacer alianzas locales. Hoy el proyecto cuenta con dos: la Fundación Dividendo por Colombia y la ANDI por la educación, pero es posible que otras dos organizaciones se sumen a este centro de aprendizaje, entre ellas la Alcaldía de Bogotá.

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“Estamos en un periodo de gran evolución y somos conscientes de la importancia de acompañar la transformación digital en la sociedad. Cada vez vemos más iniciativas de todo tipo que forman recursos humanos cercanos a las necesidades inmediatas y a futuro”, dijo a Semana.com Nicolas Sadirac, durante su visita a Colombia en el marco del foro “La educación en la era de la transformación digital” que se llevó a cabo en la Universidad Nacional de Colombia.

El proceso de selección en Colombia se realizará de la misma forma que en Francia y consta de dos etapas: en la primera, los aspirantes juegan en línea con videojuegos que comprueban sus capacidades cognitivas, y en la segunda etapa son invitados físicamente a la escuela y pasan 4 semanas en lo que se denomina “la piscina”. Durante ese tiempo realizan desafíos de programación. Se prevé inicialmente recibir en el país 150 estudiantes al año.

Para Viviana Cañón, “En École 42 existe una conexión muy importante frente a los temas  sociales y económicos, -en donde también surgen beneficios mutuos,-  pero también existe una conexión con una población que ha sido invisibilizada, que son los jóvenes que no se encuentran ubicados en ninguna parte del sistema de educación tradicional. En Colombia hay altos índices de deserción estudiantil”, afirma. Este centro de aprendizaje se encuentra en Francia, Estados Unidos, Bélgica, Sudáfrica, Ucrania, Rumania y próximamente en Holanda.