Los niños que reportaron estar menos felices en el colegio, sorprendentemente, son los de mejores resultados

DESEMPEÑO

Padres satisfechos, estudiantes felices y ¿buenos resultados?

Los países con los mejores colegios no necesariamente tienen a los niños más felices y viceversa.

Ivan David Bornacelly*
19 de mayo de 2014

Lo más felices
Colombia se ubicó como el quinto país con el mayor porcentaje de estudiantes que reportaron estar felices en el colegio con 92%, superado ligeramente por Indonesia (96%), Albania (94%), Perú (93%) y Tailandia (93%). Sin embargo, al mismo tiempo fue el cuarto país con peor desempeño en la pruebas.

De hecho, Perú, quien presentó un mayor porcentaje de estudiantes felices, tuvo el peor puntaje promedio en las tres áreas evaluadas. Lo que indica que si bien la calidad de la educación no es buena, los estudiantes se sienten a gusto en las instituciones donde estudian.

Esto puede deberse a la existencia de factores complementarios de la institución tales como el ambiente de estudio, la relaciones interpersonales entre alumno-maestro y alumno-alumno, y otros factores exógenos a la misma, tales como la relación familiar, la comunidad y los amigos.

Para el caso particular colombiano, no todos los factores que afectan la felicidad de los estudiantes están presentes en las instituciones educativas y en el contexto donde se desenvuelven los niños, como por ejemplo las condiciones socioeconómicas.

De acuerdo con una investigación liderada por Sandra Garcia de la Escuela de Gobierno de la Universidad de los Andes, la pobreza infantil en Colombia está alrededor de 34%. Cerca del 80% de los niños no tienen acceso a la educación inicial, 50% se encuentra en rezago escolar, 63% viven en condición de hacinamiento crítico y 60% no tienen acceso a actividades de recreación y a parques. Lo que quiere decir que por los menos las condiciones externas no son las mejores.

El panorama no es alentador cuando se analizan factores dentro de la institución. De acuerdo con los resultados de la encuesta de competencias ciudadanas de 2012 que realizó el ICFES, 37% y 32% de los estudiantes de quinto y noveno, respectivamente, afirmaron haber sido víctimas de agresión física o verbal, 22% aseguraron haber sido intimidadores, y 53% y 65% fueron observadores de una situación de intimidación en la escuela. Lo que indica que el ambiente escolar no es el mejor para la comodidad de los estudiantes.

Muy a pesar de todo esto, los niños afirman sentirse a gusto en la institución donde estudian. En necesario entender cuáles son esos elementos que permiten ese nivel de satisfacción y ligarlo con estrategias académicas para la consecución de mejores resultados.

Los no tan felices

En el otro extremo encontramos países como Corea del Sur (39%), Estonia (33%) y Finlandia (33%), los cuales sobresalieron por sus excelentes resultados en la prueba, pero presentan una mayor proporción de estudiantes infelices.

En el caso específico de Corea del Sur, esto puede deberse a la presión a la que se deben someter los estudiantes para la preparación del examen de aptitudes (College Scholastic Ability Test), la alta expectativa y exigencias por parte de la familia para que sus hijos ingresen a la Universidad y las presiones sociales a las que se encuentran sometidos los jóvenes.

En contraste a lo anterior, hay un grupo de regiones que están haciendo las cosas bien: Singapur, Taiwan y Suiza. Estos presentan una alta proporción de estudiantes que manifiestan estar felices en el colegio, y al mismo tiempo, muestran buenos resultados en las pruebas de manera consistente. Particularmente, a pesar de las rigideces del sistema educativo en singapur, la focalización de la enseñanza a partir del examen de habilidad y aptitudes que se toma al finalizar primaria (Primary School Leaving Examination - PSLE) ha arrojado resultados positivos y sorprendentemente a los estudiantes los hace felices.

Esto puede ser ya que el sistema educativo cuenta con actividades co-corriculares (arte, deportes, formación de sociedades y clubes, y compentencias) y con programas integrados, en los cuales se enfatizan las ciencias naturales y aplicadas, y se basan en la ejecución de proyectos prácticos.


Cálculos propios Pisa 2013

Y los padres, ¿cómo perciben la calidad de las instituciones?

No necesariamente los padres logran percibir la mala o buena calidad de los colegios donde estudian sus hijos. México es un ejemplo de ello. El 87% de los papás tienen una buena percepción del colegio donde estudian sus hijos; pero, según los resultados PISA, la calidad de estas instituciones no es la mejor.

Chile, otro país que también aplicó el cuestionario para padres de PISA 2012, no salió bien librado en calidad. Sin embargo, el 82% de los papás perciben que el colegio está haciendo las cosas bien, es decir, que los profesores de sus hijos son competentes y dedicados, el rendimiento general de la institución es alto, las metodologías de enseñanza son pertinentes, la atmósfera disciplinaria es adecuada y el colegio brinda la información necesaria para el progreso de su hijo.

Por su parte, del total de los once países que aplicaron este cuestionario, Hong Kong y Corea del Sur obtuvieron los mejores resultados académicos, pero el porcentaje de padres que tuvieron una buena percepción del colegio fue 72% y 76% respectivamente, más bajo que países con peor desempeño en la pruebas.

A pesar de que Colombia no participó en la aplicación de este cuestionario para padres se puede obtener un dato aproximado a partir de la Encuesta Longitudinal Colombiana de la Universidad de los Andes - ELCA. Para 2013, 94% de los padres consideró buena la calidad de los servicios de educación inicial que recibe sus hijos. Y de acuerdo con los resultados recientes de PISA, Colombia no se caracteriza por tener un sistema educativo de calidad.

Esta percepción errónea puede llegar a suceder, ya que la calidad educativa no es la única dimensión que tienen en cuenta los padres al momento de seleccionar un colegio (Gibson & Silva 2008). Adicionalmente, las exigencias a la hora de evaluar una institución no es alta, bien sea por la educación que han recibido los padres o por el simple desconocimiento real de las condiciones en la que estudien sus hijos.

*Economista Universidad de los Andes, director Centro de Datos del Centro de Estudios Sobre Desarrollo Económico, CEDE.