¿Por qué es mejor usar mapas y no GPS?

En la mente de las nuevas generaciones existe un tabú frente a los mapas tradicionales y la complejidad de los símbolos y la ubicación espacial. Semana Educación presenta seis argumentos que derriban ese mito.

1. Los mapas dicen lo que hay alrededor

Los dispositivos GPS estrechan la mente y solo se enfocan en una relación egoísta: todo gira en torno al conductor. Los mapas físicos tradicionales proporcionan una vista cercana a los alrededores: lagos, paisajes o simplemente un bar conveniente. Sin duda, permiten ampliar el horizonte.

2. No necesitan baterías ni recepción

Inclusive la cartografía tradicional podría sobrevivir a la caída de agua. Los mapas no se agotan como recurso, es decir, no requieren de energía, ni de señal satelital. Simplemente están demarcados en el papel y en esta medida podrían ser indispensables para la supervivencia, lo que no sucede siempre con los dispositivos móviles actuales.

3. Fomentan un vínculo con los alrededores

Existe una relación directa entre el uso de los mapas físicos y el entorno. En esa medida el proceso de mirar y conectar con el cerebro hace que se trabaje la memoria y por tanto es una nueva forma de adquirir conocimientos del mundo exterior. Con los sistemas de navegación es difícil establecer este tipo de relaciones e interacciones.

4. Son una guía, no un dictador

Si usted es uno de los que ha viajado con GPS se habrá sentido que sostiene una relación con alguien más que en muchas ocasiones lo ha “hecho perder”, sin embargo no hay que olvidar que es una máquina y no un ser humano y por tanto no tendría responsabilidad alguna. Con el uso de mapas usted sigue manteniendo la responsabilidad y el control de su ruta y puede seguir haciendo uso de su intelecto.

5. Los mapas son arte

No solo ubican y guían, los mapas son una obra artística y una muestra histórica y geográfica. Aun hoy en día estos deben ser entendidos como una expresión humana y un aporte al desarrollo.