La compra de votos sigue siendo una de las prácticas de las elecciones en Colombia que más preocupa a la OEA. | Foto: Fotoilustración SEMANA

ELECCIONES 2010

Las seis fallas de la jornada electoral según la OEA

La Misión de veeduría electoral de la OEA señaló, en su informe preeliminar, que las graves fallas que alteraron las elecciones de 2007 se repitieron en la jornada del pasado domingo.

16 de marzo de 2010

Aunque la Misión de Veeduría Electoral de la Organización de Estados Americanos (OEA), que estuvo vigilando el proceso electoral desde el 26 de febrero, concluyó que las elecciones del pasado domingo fueron las menos violentas de la historia reciente colombiana pero señaló graves “fallas estructurales” que afectaron la jornada democrática.

El pasado domingo, día en que los colombianos escogieron a sus representantes en el parlamento, se repitieron la mayoría de irregularidades que la misma Misión de la OEA había detectado en las elecciones de octubre de 2007, cuando fueron escogidos los gobernantes locales y regionales.

Por eso, la OEA concluyó que en los procesos electorales colombianos, “el arraigo de tradiciones locales” genera desigualdades en el desarrollo de las jornadas electorales, circunstancia que rodea a las elecciones de “desorden”, especialmente cuando el poder regional está en juego.

Fueron 70 los observadores internacionales que estuvieron presenciando la jornada en 96 municipios. Y tras haber tendido la lupa sobre la jornada, presentaron -de forma general- sus primeras conclusiones y detectaron seis “pecados”.
 
1. "El voto no es secreto"

El principio fundamental del voto, su carácter secreto, no se resguardó en un número importante de recintos. En casi la mitad de los reportes de los observadores no se respetó esta condición. Una de las principales causas es logística. Los cubículos no brindan plenas garantías para este propósito.

2. "El voto se compra"

La OEA, que en 2007 había constatado la compra de votos, señaló que esta conducta se repitió en las elecciones del pasado domingo. Atlántico, Bolívar, Cundinamarca, Magdalena, Nariño y Norte de Santander, los departamentos donde esta conducta se repitió con alarmante frecuencia.

Según la OEA, en Magangue (Bolívar), algunos electores salían de las mesas de votación y caminaban, a pocas cuadras de distancia, a las mesas que algunos partidos habían instalado como “orientación al elector”. En Barrancayuca, un corregimiento de Magangue, tres personas fueron detenidas comprando votos.

En varios puestos de votación del departamento del Magdalena, una vez que la gente había votado, algunas personas les indicaban el lugar donde tenían que dirigirse.

En Soledad (Atlántico), se cambiaban los votos por becas de estudio; en Cundinamarca, se repartían sándwiches con un billete de 20 mil en el empaque. En Nariño, circuló mucho dinero en efectivo.

3. Jurados sin capacitación

Los jurados de las mesas de votación tenían graves falencias de capacitación, fragilidad que se observó a lo largo de toda la jornada y trajo varias consecuencias. Por ejemplo, los procedimientos no fueron uniformes y variaron de mesa en mesa. La OEA también registró con preocupación el “insuficiente dominio” que muchos jurados tenían sobre los mecanismos de escrutinio. Eso complicó el llenado de las actas.

4. Escasos testigos electorales

Los partidos y movimientos políticos tuvieron “serias dificultades” para asegurar una adecuada cobertura de las mesas de votación. La cantidad de testigos, legalmente acreditados, fue reducido. Incluso, algunos partidos no tuvieron testigos. Eso sí, señala la OEA, los partidos que, a la postre, registraron votaciones muy significativas, desplegaron una muy fuerte presencia, aunque en ningún caso superaba el 20%. El partido MIRA, dice la OEA, fue el que más mesas fiscalizó. Los testigos también mostraron poca preparación para un proceso como la elección de Congreso.

5. No se sabe cómo votar

Muchos electores se mostraron “desorientados” frente al voto preferente. Para la OEA la complejidad del sistema de votación, reflejada en los tarjetones, explica muchos de los problemas de la jornada. El hecho se agravó en electorado “con menos recursos de formación”.

6. Datos preliminares pueden ser distorsionados.

Una de las fallas preocupantes de la veeduría de la OEA hace referencia a la transmisión telefónica de datos preeliminares. Sobre este mecanismo dijo que “no cuentan con un sistema eficaz de autenticación, verificación y auditoría, generando así un riesgo de distorsión de los mismos”.