EMPRENDIMIENTO E INNOVACIÓN
Recursos para innovación se perdieron en un asadero de pollos y un spa
Los millonarios recursos de regalías destinados al desarrollo científico y tecnológico de las regiones del país, que entre 2012 y 2016 ascienden a $3,8 billones, no se están invirtiendo de forma correcta.
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Así lo denunció el contralor general, Edgardo Maya Villazón, quien dio a conocer en un informe que los investigadores colombianos están subordinados a políticos y contratistas con poca idoneidad que ejecutan los proyectos.
“Hemos encontrado muchos factores de riesgo (…) una tercera parte del valor de la contratación la realizan entidades o instituciones no reconocidas por Colciencias, que ejecutan contratos por cerca de $600.000 millones”, alertó Maya Villazón.
Estos fueron los principales resultados que arrojó una evaluación que hizo la Contraloría al Fondo de Ciencia, Tecnología e Innovación, que por mandato constitucional se financia con el 10% de las regalías que provienen de la explotación de los recursos naturales no renovables.
Con esta investigación se puso en evidencia que los recursos de regalías que deberían destinarse en proyectos de ciencia y tecnología que respondan a las necesidades específicas y puntuales de las regiones, no están siendo bien distribuidos.
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De hecho, se informó que los proyectos de carácter regional brillan por su ausencia, dado que a diciembre de 2015 solo había doce iniciativas que integran dos o más departamentos por valor de $135.000 millones.
Esta situación, de acuerdo a la Contraloría, se da porque en la actualidad hay una definición muy laxa de lo que representa un proyecto regional y también por la falta de voluntad política de los Gobernadores para impulsar iniciativas con un verdadero impacto regional.
La Contraloría consideró crítico el hecho de que el "peso fundamental" de las decisiones en materia de innovación se concentre en los Gobernadores.
Aunque resulta más dramático que la inmensa mayoría de los recursos está en departamentos que no cuentan con las capacidades en ciencia y tecnología, con lo cual una gran parte de los recursos no son destinados de manera “pertinente y eficaz”.
Sin embargo, uno de los hallazgos más representativos de la Contraloría es que luego de realizar una auditoría de desempeño a 33 proyectos de ciencia y tecnología se encontraron diversas situaciones irregulares.
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Por ejemplo, en un proyecto en el departamento del Cauca, con el cual se busca fortalecer las capacidades tecnológicas e impulsar los negocios en el mercado global, se destinaron unos $16.000 millones que están embolatados.
Y es que más allá de los programas de formación a empresas de emprendimiento que tuvieran componentes de innovación o tecnología, se encontró que los recursos también se destinaron a establecimientos que no cuentan con dichas características como un asadero de pollos y un spa.
Otro caso particular se da en el departamento del Vichada, donde se aprobó un proyecto para construir un centro de formación e investigación en energías renovables por valor de $32.917 millones
El objetivo era crear espacios para la investigación aplicada en generación eléctrica a partir de fuentes naturales renovables y alternativas de energía. También se preveía desarrollar varios programas de formación y entrenamiento de capital humano en gestión integral de sistemas energéticos limpios.
Tras la auditoría, se estableció que la Gobernación del Vichada contrató el consorcio CINER, integrado por dos empresas de construcción, cuya experiencia no se pudo constatar. Lo más grave, de acuerdo al ente de control, es que en la fase de ejecución se modificaron los alcances del proyecto.
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“No se hizo la instalación del grupo electrógeno de celdas solares, de tal manera que el proyecto perdió su razón de ser y ha terminado siendo una obra más de infraestructura: una biblioteca, un auditorio y un conjunto habitacional”, crítica la Contraloría.
Estos no son simples casos aislados y se suman a una serie de denuncias realizadas por la Contraloría con respecto al mal manejo de los recursos. Esta situación es paradigmática, si se tiene en cuenta que el mayor problema de los emprendedores colombianos es la financiación.
Mientras esto ocurre, los millonarios recursos que son asignados al sector son despilfarrados en las regiones, con lo cual se pone en riesgo el objetivo de convertir a Colombia en el tercer país más innovador de América Latina en los próximos años.