Esta es la fórmula de Mallplaza para enfrentar el ecommerce

Hace unos años varios analistas del mercado del retail se atrevieron a decir que los centros comerciales tenían los días contados debido a la irrupción del ecommerce o comercio electrónico en el mundo.

En parte tenían razón. Sobre todo cuando se hablaba del concepto inicial de centro comercial; como un conjunto de locales organizados en un área o edificio.

La reinvención tocó a la puerta de estos sitios. Los nuevos centros comerciales son ahora espacios en donde los ciudadanos y clientes buscan cosas adicionales al par de zapatos, el helado o la entrada a cine.

“Hace 5 años era impensable hablar de otros usos en las áreas comerciales. En nuestro centro comercial de Barranquilla tenemos ahora notaría, clínica, consultorios odontológicos y hasta se ven hoteles al lado”, explicó el gerente general de Mallplaza Colombia, Pablo Pulido.

Los comerciantes que ofrecen sus productos y servicios en centros comerciales se están dando cuenta que la mejor manera de competir con el tsunami que representa el comercio electrónico es ofrecer cosas distintas.

Una de esas estrategias se centra en una oferta gastronómica variada, una tendencia creciente en varios centros comerciales recién inaugurados o en proceso de construcción. Por ejemplo, en Usaquén funciona Boho Food Market, un centro de experiencia gastronómico, justo a lado de un centro comercial. Algunos de los nuevos centros comerciales parecen más los clubes sociales de la clase media.

“En Mallplaza puede llegar un cliente a desayunar y luego empezar a hacer coworking en otro espacio, luego ir a almorzar, seguir en coworking y cerrar el día con una rumba o rato de esparcimiento, todo en el mismo sitio”, explica Pulido.

Este mismo grupo, que opera 23 centros comerciales en Chile, Perú y Colombia, está construyendo un centro comercial en Cali que estará listo en 2021 y donde se invierten $500.000 millones. Ese nuevo desarrollo caleño tendrá 30% del espacio destinado a gastronomía (20%) y a ocio (10%). 

Los comerciantes que mantienen las dos líneas de distribución, la electrónica y la física, también están encontrando la manera para alinear los intereses. Si un cliente quiere comprar un par de zapatos o un vestido de baño, puede pasar por el centro comercial probárselo y aprender un poco más del artículo en el almacén. “Vélez - por ejemplo- da la opción para que los clientes pinten sus zapatos o los personalicen”, explica Pulido.

Sin embargo, el ecommerce será la opción más importante si la prioridad es el precio o evitar las congestiones propias de las grandes ciudades. 

El reto de los administradores de los centros comerciales será garantizar la rentabilidad de los espacios, bien sea en tiendas experienciales, como las flagship; los grandes espacios tipo ancla y los locales tradicionales.

Por eso algunos centros comerciales trabajan cada vez más con los entornos en donde operan. Mallplaza Manizales atrae a nuevos clientes al ofrecer a algunas universidades de la ciudad clases en sus instalaciones, mientras que a los niños de los colegios se les da una clase de reciclaje o de especies en vía de extinción.