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Para el caso colombiano, la encuesta aplicada a 901 altos ejecutivos del mundo entero, revela que los fraudes que afectan a las empresas aumentaron, durante 2013, un 29% en relación con el año anterior.

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Faulkner enciende alarmas contra fraude a empresas

Jim Faulkner, un experto que hasta hace dos meses se desempeñó como agregado judicial de Estados Unidos a su embajada en Bogotá, cree que las empresas colombianas deben adoptar cuanto antes una cultura de integridad para enfrenar el fantasma del fraude que las acecha.

11 de diciembre de 2013

Faulkner, que se declara orgulloso de llevar el mismo apellido del escritor preferido de García Márquez (William Faulkner) es ahora el nuevo director en Miami de Kroll, una reputada multinacional especializada en la lucha contra los fraudes corporativos.

Desde allí, este ex fiscal conocedor como pocos del sistema FCPA (Estatuto contra las prácticas corruptas en el extranjero, por sus siglas en inglés) hace parte de una especie de observatorio global que le permite a la transnacional seguirle a la incidencia de varias modalidades trampas y saqueos de ponen en peligro la integridad patrimonial de los agentes del sector real de la economía.

Faulkner está de vuelta por estos días a Bogotá, donde asiste a los actos de presentación formal de la Encuesta Anual Global sobre Fraude, encomendada por Kroll a Economist Intelligence Unit.

Para el caso colombiano, la encuesta aplicada a 901 altos ejecutivos del mundo entero, revela que los fraudes que afectan a las empresas aumentaron, durante 2013, un 29% en relación con el año anterior. En 2012, según el estudio, las cifras reflejaban que la incidencia del problema llegaba al 49%, mientras que en lo que va corrido del año llegan al 93%.

Es por eso que Faulkner señala que los empresarios colombianos deben adoptar estrategias para preservar sus patrimonios y está de acuerdo con Recaredo Romero, director de Kroll para América Latina, que los empleados de la compañías deben ser preparados para integrar la primera “línea de defensa” dentro de ese esquema.

Para reforzar su teoría, Faulkner cita casos ocurridos en la historia reciente de su país, donde han sido condenados 36 ejecutivos que convirtieron sus cargos como fuentes de lucro personal, a espaldas de los intereses de las empresas para las que trabajaban. Recuerda incluso que directivos de Wal-Mart fueron sujetos de millonarios multas por haber pagado sobornos a funcionarios públicos mexicanos.
La mayor parte de los resultados fueron conseguidos con la colaboración de empleados honestos que hicieron denuncias serias y oportunas sobre lo que ocurría y contaron con la garantía de que no habría represalias en su contra.

Los resultados de la encuesta muestra que las conductas más peligrosas para las empresas privadas del país son el robo de activos físicos o inventario (37%), fraude de vendedores, proveedores o adquisiciones (20%) y corrupción y soborno (17%).