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| Foto: Getty Images. Stanislaw Pytel. Stone.

ANÁLISIS

Innovación en tiempo de crisis

Bien dicen varios expertos: no son los ‘más aptos’ los que sobreviven, sino los que mejor se adaptan a un entorno cambiante a través de la innovación.

SAP
13 de octubre de 2020

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Es imposible desligar la pandemia de la covid-19 con la crisis que atraviesan miles de empresas y compañías alrededor del mundo. La situación ha representado grandes retos para miles de organizaciones, que las ha llevado a buscar maneras distintas de hacer las cosas y sacar lo mejor de sí. Bien dicen varios expertos: no son los ‘más aptos’ los que sobreviven, sino los que mejor se adaptan a un entorno cambiante a través de la innovación.

Uno de los sectores que ha tenido que empezar a pensar en estas formas de innovar en tiempos de crisis es el agrícola, que ha sido uno de los más golpeados por la pandemia. Un  sondeo de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) con 1.086 productores del país reveló que el 87% ha tenido dificultades en términos de transporte, aumento de precio de fertilizantes y plaguicidas, o porque el consumo se redujo en los hogares desde que se inició la pandemia. Otra industria que se ha visto afectada es la de los restaurantes que, según cifras de la Asociación Colombiana de la Industria Gastronómica (Acodres), ha visto el cierre de 22.000 restaurantes en el país, así como una disminución en las ventas del 76%.

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Ante esta situación, los empresarios han buscado maneras de cambiar las cosas y sacar sus negocios a flote. En el caso del sector gastronómico, los negocios han migrado del servicio ‘a la mesa’ a otras opciones como la venta a través de plataformas de comercio electrónico, por medio de redes sociales e incluso han implementado la atención sin personal humano. Es el caso de Muy, un restaurante colombiano que implementó pantallas táctiles que les permiten a los usuarios elegir el menú y tener su orden lista en menos de cinco minutos sin necesidad de interactuar con una persona.

Un caso adicional lo vemos en la industria de la aviación, que se ha visto obligada a modificar sus dinámicas de trabajo y buscar distintas estrategias para seguir operando. Tras la ausencia de pasajeros, muchas aerolíneas comenzaron a transportar insumos médicos e incluso productos agrícolas de alta demanda. Otras, por su lado, decidieron ofrecer vuelos charter en aviones de alta capacidad, como es el caso de la aerolínea colombiana EasyFly.

De la mano de este sector, la industria del turismo ha creado estrategias para mantener el interés de los viajeros en los distintos destinos. Muchos países han optado por digitalizar sus recursos turísticos, organizado eventos virtuales para exhibir sus recursos culturales y patrimoniales, creando así, experiencias electrónicas casi que en vivo y en directo. Del mismo modo, los hoteles han optado por transformarse en hospitales o han adaptado su infraestructura para que los trabajadores de la salud puedan pernoctar y no poner en riesgo de contagio a sus familias. 

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Este panorama muestra cómo las grandes dificultades y los imponentes desafíos que han surgido por la covid-19 han puesto a prueba la imaginación, la creatividad y la capacidad de resiliencia de las industrias latinoamericanas. De acuerdo con Harvard Business School, una crisis exige movimiento, un aumento en la producción de ideas y una toma eficaz en la toma de decisiones. En una situación como la que se vive actualmente, las organizaciones deben obligarse a sí mismas a crear rápidamente experimentos, ver lo que sucede, y experimentar un poco más. Este proceso de experimentación permite la libertad de poner a prueba el pensamiento diferente, de fracasar rápidamente, de aprender y de avanzar. En resumen, de innovar.

El comienzo de este proceso puede darse de múltiples maneras. Desde equipos de trabajo repensando cómo hacer las cosas que ya no es posible desarrollar, hasta aplicando estrategias de choque en caliente para probar con clientes reales cómo se comporta una idea. No hay reglas matemáticas ni fórmulas científicas al respecto. Pero lo que sí es común a todos los casos de innovación es la actitud de los equipos de trabajo. Es allí donde más debemos esforzarnos para motivar a propios y extraños a entender que las situaciones de incertidumbre son la oportunidad perfecta para ser mejores. Y que entre todos debemos soportar estos momentos que nos lleven a la tan anhelada ‘nueva normalidad’.