¿El ocaso de un grande? Exxon Mobil se ahoga entre pérdidas y despidos laborales

Las compañías petroleras del mundo no la han tenido fácil en los últimos años; las consecuencias derivadas del cambio climático han obligado a las empresas a reinventarse y pensar en los combustibles alternativos como la salida a la crisis. 

Sin embargo, Exxon Mobil es una de las empresas del sector que no ha hecho sus apuestas por el camino de las energías renovables y sí ha fortalecido sus inversiones en combustibles fósiles. 

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De acuerdo con el análisis de Felix Salmon, autor del libro Capital, recientemente Exxon Mobil hizo una compra de energía por US$41.000 millones de XTO y se expandió por toda la cuenca Pérmica, en Estados Unidos. 

Sin embargo, estas inversiones han sido inútiles pues la compañía petrolera viene registrando pérdidas en los últimos años. Solo en el tercer trimestre de 2020, Exxon registró una pérdida de US$680 millones, lo que acumula para 2020 un valor de  $2.370 millones.

Además de las pérdidas económicas también se suman las pérdidas de personal. En 1980, entre Exxon y Mobil registraban 390.000 empleados, pero hoy en día este número solo alcanza los 70.000. 

Y la cifra sigue disminuyendo: la compañía anunció que eliminaría cerca del 15% de su fuerza laboral y despediría a cerca de 1.900 personas en Estados Unidos, especialmente en su planta de Houston. 

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Además de las pérdidas internas, otra de las aristas preocupantes que revela Salmon es que la compañía estaría perdiendo cerca de US$15.000 millones al año para enviar a sus accionistas los dividendos correspondientes. 

Según el analista, esta estrategia podría no funcionarle a la empresa y afectar aún más su capital si se queda sin fondos para continuar haciendo estos pagos, o si incurre en más deudas para mantener a sus socios. 

La crisis de la compañía se ahonda cada vez con más fuerza. Mientras su principal competencia, BP, prometió llegar a las cero emisiones de dióxido de carbono para 2050, Exxon Mobil no tiene ninguna alternativa sostenible en sus propuestas. 

Hoy en día, la que en algún momento figuró como una de las empresas más poderosas del mundo, comparada incluso con el gobierno de Estados Unidos, hoy no figura ni entre las 40 empresas más valoradas de este país. 

Su capitalización en el mercado la hace más pequeña, incluso que empresas como Zoom, y no alcanza ni en una tercera parte a Tesla.

Incluso, concluye el analista, la empresa de energías renovables NextEra Energy, con apenas unos años en el mercado, está más valorada que el gigante petrolero. 

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