Algo huele mal en Cartagena

Cartagena volvió a ser noticia. Y no precisamente por el eco de halagos que dejó en su visita Bill Clinton. Se trata de un nuevo escándalo de corrupción más sofisticado que los áridos expedientes de Chambacú o Dragacol. Fernando Martelo, quien ocupaba la gerencia de Telecartagena, le filtró al diario El Universal una cinta de una hora de charla personal entre él y el ex senador Juan José García sobre los contratos y la planta de la entidad. Al mejor estilo de las conversaciones de la mafia, en la grabación se escucha a García decir que en un contrato “el 33 por ciento neto es de Jaime, el 33 por ciento es de la política y el 33 por ciento es de J”, y que en otro convenio él cree que “tú (Martelo) debes coger el 33, nosotros cogemos nuestro 33 y el resto lo manejamos de acuerdo a las circunstancias”. Es verdaderamente reprochable que García, cacique de la región y quien estuvo involucrado en el proceso 8.000, aparezca ahora como presunto beneficiario de los contratos y nombramientos en Telecartagena. También es sospechoso que Martelo haya grabado a sus contradictores durante meses y entregado al diario una cinta visiblemente editada. Otro escándalo más, cuyo transfondo es la lucha por la Alcaldia de la ciudad que enamoro a Bill Clinton.