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De capa caída

12 de agosto de 2006

El bulevar de la carrera 58, en el barrio El Prado de Barranquilla, está en medio de una álgida polémica entre urbanistas, historiadores, planificadores y autoridades distritales por los diferentes estilos y la colcha de retazos en que se han convertido las cuatro cuadras que lo integran. Uno de los monumentos es el dedicado al Héroe Caído, un cristo yacente concebido, diseñado y construido como un homenaje a las víctimas de la violencia en el país. La obra fue construida en octubre de 2003 en granito y mármol, y se debía destacar en medio de una fuente y luces. Dos años depués de construida, el héroe caído yace lúgrube, a oscuras, el agua de la fuente se evaporó y no hay quien les rinda honores a los caídos. A este monumento lo rodea el busto del general Diego de Castro, una terraza con un águila y hace poco descubrieron una remode-lación que remata los retazos en los extremos. Es tal la improvisación con los espacios públicos, que el alcalde Guillermo Honeigsberg aceptó el despropósito y expidió un decreto que regula la intervención en bulevares y parques, pues para remodelar este lugar, ni siquiera consultaron con la secretaría de Planeación. Todo un monumento a la improvisación.