Dime de quién hablas...

En un momento en el que el país requiere informaciones y verdades precisas, en los últimos días ha hecho carrera que importantes funcionarios, políticos y personas de la vida pública hagan serias acusaciones, sin nombre ni hechos propios, que han terminado por crear un clima de desconcierto general. Estas son algunas de ellas.

El viernes, el Presidente sorprendió al país con el anuncio de que antes del 7 de junio se tiene que dar una ex carcelación masiva de guerrilleros de las Farc como un primer paso a un intercambio humanitario, pero explicó que por razones de Estado “no puedo revelar aún los motivos de esa fecha”.

El ministro del Interior, Carlos Holguín, tuvo grandes dificultades para defender la propuesta del gobierno de una amnistía para las personas que confiesen delitos no atroces, ante un juez. Tras muchas entrevistas dijo que la medida beneficiaba a los senadores vinculados a la para-política y guerrilleros, pero no dio nombres propios.

Al finalizar su visita a Washington, el vicepresidente Francisco Santos aseguró que existe una campaña para desprestigiar a Colombia y torpedear el TLC. No dio nombres de los responsables.

El ex director del DAS Jorge Noguera dijo que en el DAS vio un libro en el que había numerosos mensajes y firmas de importantes políticos, que podría ser igual de comprometedor al documento de Ralito, pero no quiso mencionar a nadie.

Wilson Borja dijo en el debate de la semana pasada que el ministro Juan Manuel Santos tenía ‘chuzada’ a la oposición desde hace dos años y medio, pero dijo que no podía decir la fuente de la información.
El 19 de abril, en una inusual rueda de prensa, el presidente Álvaro Uribe dijo “Yo tengo pruebas, que no las voy a revelar, son de inteligencia militar y policiva, de algunas de las personas que han ido a Estados Unidos, que dicen: ya nos tiramos en el Tratado acusando a este tal por cual de Uribe”, pero nunca dijo quiénes eran.