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El arma de los narcos es la discreción

El periodista Oscar Escamilla, autor del libro ‘Narco extravagancia’, reflexiona sobre los cambios en las formas de actuar de los mafiosos.

25 de marzo de 2002

SEMANA: ¿En Colombia hay una cultura de la narco extravagancia?

Oscar Escamilla: En las mafias que van de los años 70 hasta mediados de los 90 sí hubo una cultura del exceso entre las mafias.

SEMANA: ¿Y ahora qué?

O.E.: Los mafiosos de ahora mantienen un bajo perfil, tienen un nivel educativo superior a los narcos que conocimos en años anteriores, no quieren ser capos, ni formar bandas.

SEMANA: ¿Les dio por la austeridad?

O.E.: Sí. Se sabe de gente que incluso tiene deudas bancarias o está pagando un apartamento por cuotas como cualquier vecino, es la mejor forma de mimetizarse.

SEMANA: ¿Entonces cómo miden el éxito?

O.E.: El éxito de los narcos de ahora es justamente no mostrarse. Se está mejor cuando se pasa inadvertido y se camufla en la sociedad.

SEMANA: ¿Se han sofisticado?

O.E.: Claro, se trata de tener mucho dinero pero no exhibirlo y si se exhibe se hace sólo dentro de pequeños círculos privados.

SEMANA: ¿Será que a los narcos también les llegó la recesión?

O.E.: No. Más que una situación económica lo que han desarrollado es una habilidad para ser más ricos en una sociedad quebrada. No quieren mostrarse. Aprendieron de los errores de las generaciones anteriores. El arma de los narcos es la discreción.

SEMANA: ¿Entonces se acabó la cultura del lobo?

O.E.: Sí dentro del mundo de los mafiosos actuales. Lo que ocurre es que su influencia en la sociedad fue tan grande que dejó sembrado un gusto particular en un sector de la sociedad.

SEMANA: ¿Dónde están las narco camionetas, las mujeres llamativas y las metralletas?

O.E.: Todavía hay algunos pueblos donde se exhiben estos modelos. Sin embargo los nuevos campos prefieren Internet, el celular, un carro modesto y la discreción. La consigna es no mostrarse para seguir en el negocio. Si no te exhibes, no te cogen.

SEMANA: ¿Qué pasó con la narco extravagancia?

O.E.: Vive en el recuerdo, en la nostalgia de quienes trabajaron para los narcos que les encantaba mandar, triunfar y sobre todo hacer ruido. Eso es lo que cuento en el libro que entra ahora al mercado. No son historias de sangre sino es un retrato de la locura que generó el dinero a manos llenas.