“El ‘boom’ del cine colombiano es mentiroso”

SEMANA: ¿De qué se trata la película?

Lisandro Duque: Es la historia de un niño de 8 años que se enamora de una amiguita y descubre una fórmula mágica para estar cerca de ella en su intimidad sin que ella se dé cuenta.

SEMANA: ¿Por qué la rodó en Ambalema?

L.D.: Porque necesitaba una locación que me permitiera reproducir los años 50.

SEMANA: ¿Y por qué no la hizo en un pueblo cafetero, que es su ambiente natural?

L.D.: En Antioquia y el gran Caldas ya no se consiguen esas locaciones porque los terremotos, los alcaldes, los párrocos y los bancos acabaron con la arquitectura.

SEMANA: ¿Qué piensa del ‘boom’ del cine colombiano?

L.D.: Creo que es un boom mentiroso. Se dice que están en proceso 18 películas pero no se aclara que unas llevan cinco años filmándolas y que otras más se están rodando a pesar de no contar con el presupuesto necesario para terminarlas.

SEMANA: ¿ Y cómo ve estas películas?

L.D.: Desafortunadamente los escasos presupuestos obligan a los directores a utilizar muy pocas locaciones y el resultado es un cine encerrado que podría hacerse para televisión y no gastarle película de 35 milímetros. Por bajar costos se desperdician la geografía nacional, los exteriores, la vida de la calle.

SEMANA: ¿Qué deben hacer los directores para sacar adelante el cine colombiano?

L.D.: Uno no debe rogarle al público que vea su película como si fuera un vendedor de frunas en un semáforo. Debe exigirle al Estado que se comprometa de manera más generosa a mejorar los presupuestos.

SEMANA: ¿Cuántas películas ha rodado?

L.D.: En 19 años he hecho cuatro largometrajes. El anterior, Milagro en Roma, lo rodé hace 11.

SEMANA: ¿Cómo explica ese bache?

L.D.: Coincidió con mi entrada a la televisión y el cierre de Focine. Lo curioso es que Gaviria, como presidente, cerró Focine y en la OEA promueve la cultura colombiana con ciclos de cine nacional. Tuvo que irse a Washington para descubrir que el cine colombiano sí es importante.