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El maestro Jorge Villamil

30 de septiembre de 2006

Hace algún tiempo el país recibió la noticia de que el compositor Jorge Villamil había sido internado en una clínica con un delicado estado de salud. La diabetes que lo acompañaba desde los 30 años había tomado ventaja y su vida prácticamente estaba comprometida, pero poco se volvió a saber después. Por fortuna logró salir de esa crisis y regresar a la tranquilidad de su apartamento en Bogotá.
Este médico ortopedista sin duda ha compuesto algunas de las canciones colombianas más hermosas, como Oropel, Espumas, Llamarada, Los Guaduales, Me llevarás en ti, Al sur o Los remansos. Aunque aún sigue luchando con la diabetes, que ha logrado mantener controlada gracias a tres dosis diarias de insulina y dos diálisis semanales, el maestro Villamil no ha dejado de componer nuevas canciones, no solo sobre el amor o la vida, sino sobre la realidad del país, tal y como ocurrió con El Barcino, un toro que la guerrilla le robó de su finca en El pato y que se convertiría en el himno de las Farc. Una de sus últimas composiciones, Me suena, me suena, relata con picardía lo ocurrido durante el proceso 8.000. Incluso el tiempo, dice el maestro, le han permitido mejorar los arreglos de las más de 170 canciones que tiene registradas. A los 77 años Villamil dice estar feliz, pues la vida le permitirá conocer a su segundo nieto y ver la reedición de su biografía, Las huellas de Villamil, que saldrá en pocas semanas.