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Frontera caliente

25 de septiembre de 2005

El gobierno ecuatoriano de Alfredo Palacio debe explicar a Colombia una serie de hechos que parecen confirmar una de dos cosas: o está en abierta colusión con las Farc, o se está haciendo el de la vista gorda con las actividades de ese grupo subversivo. La semana pasada, el diario La Hora desató un escándalo en Quito al revelar que un delegado francés identificado como Noel Sáez dialogó en el lado ecuatoriano de la frontera con 'Raúl Reyes' para un 'pronto' intercambio de rehenes. Pocos días después, el Ejército ecuatoriano, como arreglando las cargas, destruyó un campamento guerrillero en la provincia de Sucumbíos, en el que apareció una carta de agradecimiento de las Farc a los militares ecuatorianos por su neutralidad. Y el mismo diario reveló que los líderes guerrilleros colombianos circulaban como Pedro por su casa por las calles de las ciudades ecuatorianas en la época en que fue capturado allí 'Simón Trinidad'.