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RECONOCIMIENTO

¡Misión cumplida!

La Fundación Corazón Verde acaba de premiar a los mejores policías de Colombia. SEMANA presenta a los ganadores.

23 de octubre de 2015

El salvador empedernido

El mejor policía


El 27 de febrero, Edward Zubieta, del Escuadrón Móvil de Carabineros y Antiterrorismo, le salvó la vida a un compañero. Marchaban a las 11 de la noche por el corregimiento de Vegalara, en Huila, cuando los atacaron con fusil. Zubieta pudo protegerse, pero el otro fue alcanzado por las balas. Habría podido no arriesgar su vida y esperar apoyo, pero llegó hasta donde estaba el herido y lo arrastró con una mano mientras disparaba con la otra. Luego, los asaltantes del frente 11 de las Farc arrojaron una granada al lugar donde se refugiaban. Al verla, Zubieta cubrió con su cuerpo a su compañero y le volvió a salvar la vida. Quedaron al descubierto, a merced del fuego enemigo, pero Zubieta aguantó durante cuatro horas y, además, evitó que el herido se desangrara. A las cuatro de la mañana, se lo echó al hombro y lo llevó a un puesto de salud. Solo ahí se dio cuenta de que tenía heridas de bala en la mano y el brazo y que el chaleco que llevaba estaba lleno de esquirlas y proyectiles.

El líder de la megaoperación

El mejor contra bandas criminales


El 20 de febrero, los habitantes de la comuna noroccidental de Medellín respiraron tranquilos, cuando se enteraron de la captura de alias el Tana, jefe de la banda Odin Robledo, quien manejaba los hilos de la delincuencia en la zona. Detrás del golpe estuvo Walter Castro, investigador de la Unidad de Blancos Estratégicos de la ciudad. Lideró la Operación Damasco, con 74 investigadores de policía judicial, 16 comandos policiales, 16 patrullas motorizadas y un escuadrón antidisturbios. La labor lo llevó a recoger más de 36 testimonios. Y en un lugar donde, según él “matan hasta por los 5.000 pesos que valen unas empanadas”, logró convencer a los integrantes de la comunidad a denunciar a los violentos.

Una idea genial

La mejor en liderazgo comunitario

Sin que nadie se lo pidiera, Rocío Yara decidió un día que quería “llevar un poco de alegría a sus corazones”, los de los adultos mayores de escasos recursos de Cúcuta. Reunió a un grupo de policías, consiguió recursos para comprar tubos de PVC y, con el apoyo de médicos, construyeron bastones, muletas y caminadores de bajo costo. Así surgió el programa ‘Porque juntos caminamos mejor’, que hasta hoy ha entregado aparatos ortopédicos de forma gratuita a cientos de discapacitados.

La vida de los otros

El héroe

El 6 de mayo, Álvaro Sánchez, un patrullero de 26 años, arriesgó su vida por la de sus compañeros. Hacía parte de la Operación Agamenón, que buscaba desarticular al Clan Úsuga, cuando, según él, “tuvo una corazonada”. Les dijo a los demás que se detuvieran y pidió permiso para revisar a solas un área que le parecía sospechosa. Cuando lo hizo, activó una mina y así su acto le costó ambas piernas, los glúteos y una mano.

La policía de los animales

La mejor en innovación

Blanca Bocanegra, experta en biología molecular, dirige uno de los tres únicos laboratorios de identificación genética forense de especies animales en el mundo. Los otros están en Estados Unidos y China, y el colombiano existe por su liderazgo. Ella y su equipo contrarrestan el tráfico de especies de fauna y flora, al ayudar a esclarecer delitos y a judicializar a los responsables con base en la ciencia. Además, cuentan con técnicas para identificar de qué lugar viene un animal y para devolverlo a su hábitat específico. “Es el tercer delito que más recursos mueve en el país”, dice.

El infiltrado en 14 misiones

El mejor en orden público

Nelson Moncada ha dedicado parte de los 19 años que lleva en la Policía a debilitar a las Farc en Urabá y Chocó. En 2015 participó en la Operación Argos II y en la Operación Plutonio, donde ayudó a dar con el responsable de la masacre de Bojayá. Su especialidad, la infiltración, lo ha llevado a 14 misiones y a neutralizar a siete cabecillas. Algunas tareas le han costado seis años de preparación. Ha hecho más segura la vida en las comunidades y ha aportado “a luchar contra la impunidad”.