OBITUARIO
Gustavo Vélez, el padre Calixto
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Después de 31 años, la columna dominical ‘Tejas Arriba’ no aparecerá más en las páginas del diario El Colombiano. O por lo menos no del puño y letra del sacerdote Gustavo Vélez Vásquez, más conocido como el padre Calixto, quien fue encontrado muerto en la reserva forestal San Sebastián, después de extraviarse el domingo 6 de septiembre durante una caminata ecológica.
El sacerdote comenzó a escribir su columna el domingo 29 de octubre de 1978, fruto del interés que profesaba por los medios de comunicación. Tenía claro que el mensaje bíblico debía expresarse de una manera cercana a la gente, lo que fue sin duda su principal valor. No es raro entonces que haya incursionado en la televisión y que tuviera su propio sitio web.
Vélez fue reconocido por su amor a la música, el periodismo y la naturaleza, al igual que por su oratoria y humildad. “Sólo al pasar los años se daba uno cuenta de toda la sabiduría y conocimiento que tenía”, afirma Ana Mercedes Gómez, directora de El Colombiano. Nacido en una familia de 19 hijos de Angelópolis (Antioquia), en 1930, Vélez entró muy temprano al seminario de los Misioneros Javerianos de Yarumal.
Después se hizo doctor en teología en la Universidad Santo Tomas en Roma y fue por muchos años capellán del santuario de la Madre Laura. Su hermana lo recuerda por su simpatía y carisma, “todo lo que pasaba lo volvía un chiste”. El lunes siguiente a su desaparición, Vélez debía viajar a Bogotá para dejar listo su libro de cantos gregorianos. “Era un buen bambuquero, pues le imprimía la idiomática antioqueña a la música eclesiástica”, asegura Mejía, quien destaca un verso: “Lumbre de Dios que se derrama sobre el paisaje montañero”.