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¿QUE PASO CON?

Jesús Chucho Sarria

4 de enero de 2004

A Jesus Amado Sarria le interesa poco que recientemente el Estado le haya quitado bienes por más de 100.000 millones de pesos, entre ellos el hotel Mar Azul en la isla de San Andrés. "Eso es insignificante para mí, dice, lo que me interesa es salvar almas". La vida de Sarria ha sido intensa: nació en Buenos Aires, Cauca, fue policía, cuidó presos en la isla Gorgona, se hizo esmeraldero millonario, fue invitado a la toma de posesión del presidente Ernesto Samper, practicó santería y espiritismo, pagó seis años de cárcel sindicado de narcotráfico y enriquecimiento ilícito, y hoy es pastor evangélico: "Toqué fondo, Dios me vio allí y me levantó para servir a los demás", dice. Pertenece a la misión carismática internacional. Por su misión evangelizadora, a finales del año pasado, los parlamentarios cristianos lo condecoraron en el Congreso. Atrás quedó su protagonismo con su esposa Elizabeth Montoya, 'La monita retrechera', durante el proceso 8.000. Hoy, este hombre de 51 años dice estar dedicado a su iglesia y a enseñarles valores de paz y amor al prójimo y a sus siete hijos: uno de su primera relación, tres de Montoya y tres más de su actual esposa, la comerciante Soffi Rendón. Según él, hoy puede hacer que los paralíticos se levanten y caminen. "Eso me da gozo: no el poder ni el dinero".