José Ordóñez

“Desde pequeño siempre quise hacer humor, ese fue mi sueño”, recuerda este bumangués nacido hace 44 años. En 1988 hizo sus pinos en Sábados Felices de donde pasó a Pregúntele a Hermenegildo, sección del programa No me lo cambie. Un año después hizo en Colombia su primer récord mundial: 24 horas continuas de chistes. A partir de 1995 comenzó Ordóñese de la risa, uno de los programas de humor más vistos. “Disfrutaba mucho las grabaciones, más que un grupo de humoristas unidos, éramos amigos que compartíamos la vida”. Ordóñez siguió con sus récords y donaba el dinero que recolectaba a la Fundación MAS, que trabaja con niños desplazados en Colombia. Se alejó de la pantalla chica hasta que participó en 2004 en la Isla de los Famosos pero luego empezó a profesar el cristianismo evangélico. En 2005 ganó el premio a mejor humorista latinoamericano de la Organización Orquídea Internacional de Miami y al año siguiente lanzó Ordóñese otra vez, programa con el que RCN pretendía hacerle competencia a Sábados Felices, pero el proyecto no funcionó. Luego le propusieron ser el director de los comediantes de TV Azteca, pero le dijeron que tenía que viajar solo. “Rechacé la jugosa oferta, pues donde no cabe mi familia, no quepo yo. Hay tiempo para hacer programas de televisión, pero para ser padre y esposo el tiempo es corto”. En 2007 le otorgaron las llaves de la ciudad de Mérida (Venezuela) y ese mismo año se fue a vivir a Estados Unidos con su familia. Tiene dos hijos y ahora dedica buena parte de su tiempo a cuidarlos, a predicar y a hacer presentaciones humorísticas Trabaja en un piloto que va lento, como él reconoce. Espera tenerlo listo en 2013 y transmitirlo en Colombia.