Juan Pablo II en Centroamérica

Juan Pablo II llevaba solo cinco años en el trono de San Pedro, pero en 1983 su carisma y sus numerosos viajes ya lo habían hecho mundialmente querido. Tenía una rara capacidad de seducir a las masas con un discurso optimista y así logró tomar las riendas de una Iglesia que amenazaba salirse del control de Roma. Hace 30 años, el papa polaco recorrió por primera vez las naciones de Centroamérica y a este inusual viaje SEMANA le dedicó una portada titulada ‘El papa en tierra de nadie’. Los protestantes y las sectas adventistas habían crecido en varios países de la región y buscaban influir en la vida política defendiendo el ‘poder popular’, lo cual causó enfrentamientos con los gobiernos locales. Como buen político, el sumo pontífice no le temió a la confrontación y se arriesgó a visitar una parte del mundo en la cual, además, abundaban las guerras civiles. Con los años, Juan Pablo II se convirtió en uno de los líderes más influyentes, pues además de contribuir a la reconciliación en países como Nicaragua, tuvo un papel decisivo en la caída de la Cortina de Hierro. Sin embargo, su largo papado, que terminó con su muerte en 2005, fue radicalmente conservador y le dejó a su sucesor Benedicto XVI graves escándalos que hasta hoy afectan la imagen de la Iglesia.