"LA DEMOCRACIA LLEGO CON VALIJAS DE ESPERANZA"
DANIEL VIGLIETTI
Viglietti, el artista uruguayo--músico y cantor--después de 12 años de exilio, vuelve a su país para colaborar en el nuevo proceso democrático. Ha hecho canciones basándose en poesias de Rafael Alberti, Nicolás Guillén, César Vullejo y de Mario Benedetti, SEMANA conversó con él sobre su oficio de cantor.
SEMANA: ¿Cómo ve la llegada de la democracia a su país?
DANIEL VIGLIETTI: La democracia ha llegado cargada de valijas de esperanza, de todo el deseo de un pueblo por vivir otra cosa que estos 12 años de dictadura fascista. Hay una gran necesidad nacional de reunificar esfuerzos para trabajar en un régimen en el que todos nos podamos expresar libremente, donde haya lugar a la discusión, al no acuerdo, pero no el triste acuerdo de los cementerios ni el acuerdo dictado por la tortura o la prisión, en fin, todo ese túnel sombrío del cual acabamos de salir.
Lo anterior no quiere decir que hemos llegado al sol. Hay que repensar la lucha.
S.: ¿Cómo se refleja esto en sus canciones?
D. V.. Todo eso presupone una profundización de la conciencia política, del análisis que se hace de la realidad de América Latina: es un trabajo titánico, pero a veces es un trabajo de hormiga. Mis canciones reflejan el deseo de instaurar para el ser humano una vida en que el cariño, la honradez, la hermandad y la creatividad imperen en vez de los valores imperialistas de competencia, rivalidad y destrucción del projimo.
S.: ¿ Cuáles son los principales problemas que afectan al cantor en América Latina?
D. V.: Para los que tenemos un tipo de trabajo cultural, que invocamos la condición de América Latina sinceramente, el primer problema es de comunicación. Entre nosotros, no nos conocemos, no nos han dejado contarnos, escribirnos, sentirnos, amarnos en definitiva, y en ciertos períodos hemos sido obligados a odiarnos por querellas secundarias. Entonces, me parece absurdo que después de 25 años de canto, yo llegue por primera vez a un hermano país, no por falta de ganas sino por un sistema que instaura esa dificultad de encuentro.
Una de las posibilidades de democratizar la vida en América Latina es generar cultura y expandirla. Aunque salvar a los niños que se mueren de desnutrición es primordial, me parece que también es necesario dar alimento cultural por más que éste no sea vital.
S: ¿Otros problemas?
D. V.: El enemigo de todos los pueblos latinoamericanos es el manejo de los medios de comunicación que se refleja en la penetración de valores ajenos. La radio, por ejemplo, está invadida de canciones alienantes y el discurso televisivo no plantea situaciones y sentimientos en los que valga la pena profundizar. Por ahora, en medio de las democracias, que bienvenidas sean después de las dictaduras que hemos sufrido, tenemos que luchar por ganar espacios, para que la conciencia del pueblo colombiano, mexicano, uruguayo, etc., no esté manejada como elemento común por la serie "Dallas" que todos los países conocen.
S.: Usted tuvo en su infancia la influencia de la música clásica y de la música popular por parte de sus padres. ¿Por qué escogió el campo de la canción-poema protesta?
D.V.: Cuando hace un tiempo me preguntaban cómo podía autodefinirme, yo decía que era músico. Actualmente es una palabra insuficiente, puesto que el poema ha ganado terreno en mi trabajo, y los términos de protesta y denuncia me parecen un poco esquemáticos para lo que intento,que es abarcar una serie de sentimientos complejos en medio de una visión del mundo prógresista, democrática e igualiataria. No es solamente el deseo de protestar,pues soy cantor de las cosas que siente la gente del Uruguay, de nuestra comarca natural que es América Latina.
S.: ¿Cómo nació "Cruz de luz", la canción que usted le dedicó a Camilo Torres?
D. V.: Me importa mucho que me hagan esa pregunta aquí en Colombia. Vino de toda la toma de conciencia que yo hice en mi primera visita a Cuba invitado por el encuentro de la canción protesta. A partir de la influencia del medio cubano y de la informacion que empecé a leer allí me dí cuenta que había otra historia en América Latina, había otra historia posible a la que nos habían siempre hecho digerir. En ese momento descubrí la figura de Camilo, que me llegó muy hondo y pese a que no soy una persona con una concepción religiosa de la vida, me emocionó mucho que a partir de la misma se pudiera llevar a tal nivel de compromiso. Sentí que tenía que cantarle a Camilo.
S.: ¿Qué otras artes influyen en su música?
D. V.: Soy un enamorado del cine, siempre he dicho que si no fuera cantor sería cineasta o escritor. Es lógico: mi herramienta es la comunicación, la expresión. Además del cine me han influenciado la poesía y la canción como actualmente la joven generación uruguaya. Me refiero sobre todo a los que más arriesgan, no a los que buscan un lugar seguro.--
Diana Lloreda -