Qué paspo con...
La famosa perrita Darly
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Hace cinco años, en septiembre de 2000, la perra Darly fue una de las pocas colombianas que tuvo el privilegio de saludar de mano (en su caso de pata) al entonces hombre más poderoso del mundo: el presidente de Estados Unidos, Bill Clinton. La perra de raza pastor belga mallinois era una de las caninas más hábiles en la búsqueda y el olfato de drogas ilícitas y también en sus maneras educadas y respetuosas para sus amos, pues había recibido una educación privilegiada. Por si fuera poco, había sido merecedora de una dieta rica en proteínas y vitaminas acompañada de suficientes horas de sueño que disfrutaba en su canil especial de descanso cubierto de tejas que filtraba los rayos de sol cartagenero. Además, contaba con un equipo de personas -que incluía un veterinario y un entrenador- para certificar a diario que su olfato y sus habilidades estaban intactos. La perra Darly estuvo trabajando dos años más en Cartagena al servicio de la Policía Antinarcóticos, luego fue trasladada a Bogotá, donde recibió un reentrenamiento en la Escuela de Perros de Policía. Hoy, a sus 8 años de edad, ha vuelto a la Costa Caribe y trabaja en los puertos de Barranquilla y Santa Marta donde en menos de dos años alcanzará su merecida jubilación.