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La otra cara de la verdad

27 de enero de 2007

El gran líder

El jefe paramilitar Salvatore Mancuso dijo que en junio de 2001 había asesinado a un "infiltrado subversivo en las comunidades indígenas". Se refería a Kimy Pernía, un pacifista, abanderado de las luchas por el territorio y la cultura del pueblo emberá katío que habita a lo largo del río Sinú. En los últimos años, había enfrentado la construcción del embalse Urrá II que traería un impacto ambiental y cultural demoledor. Kimy perdió la batalla y fue asesinado. Su cuerpo, según el propio Mancuso, fue desenterrado por los paramilitares y lanzado a las aguas del Sinú, el río que tanto defendió en vida.