Las vueltas que da la vida

Sin duda, tanto el partido de La U como el Polo Democrático parecen vivir momentos diferentes. Hace una semana la fuerza uribista que obtuvo la mayoría de las curules del Congreso de la República en las pasadas elecciones de marzo, realizó su congreso interno en el Hotel Tequendama. Asistieron delegados escogidos por los directores y tuvieron un grupo disidente que marcó la reunión con el sello del fracaso. La reunión estuvo muy distante de la euforia de hace meses, y pareció más un almuerzo de trabajo que una convención de partido. Esta semana el contraste estuvo en el congreso del Polo Democrático Alternativo, en el que 2.700 delegados escogidos por votación asistieron a la primera convención del partido en Bogotá. En el encuentro de tres días estuvieron delegaciones de cinco países y hubo un montaje con efectos de luces y sonidos que dejó boquiabiertos a los asistentes.