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“El fiscal me pidió ayuda porque necesitaba hacer un cambio institucional y, a la vez, avanzar con investigaciones” | Foto: Juan Carlos Sierra

ENTREVISTA

¿Por qué le cobró tanto a la Fiscalía?

La analista y consultora Natalia Springer terminó en el ojo del huracán por contratos millonarios que firmó con la Fiscalía y con la Alcaldía de Valledupar.

8 de agosto de 2015

Semana: La gente está boquiabierta por los montos: el contrato de la Fiscalía es de 3.000 millones de pesos, y el otro de 1.400. ¿Usted entiende que el asunto parece raro?

Natalia Springer: Sí. Yo entiendo que la gente se sorprenda si no sabe de qué se trata.

Semana: Hable primero de Valledupar. ¿De qué se trata?

N. S.: Llevo años vinculada a Valledupar y ahora organizamos una Escuela de Paz. Esta surgió de la reflexión de cómo vamos a reducir la violencia en el país. Los homicidios relacionados con el conflicto dan menos de 7 por ciento. La violencia está en las calles y los hogares. En Colombia hay una cultura de odio tremenda. La idea original era entonces una escuela de paz para crear la base de un tejido de solidaridad comunitaria.

Semana: ¿Y eso costó 1.400 millones?

N. S. : La Escuela de Paz consiste de 20 sesiones en tres meses. Hay 19 invitados internacionales y 60 nacionales. Hay que traerlos, hospedarlos en Bogotá, llevarlos a Valledupar, y la mitad de los internacionales cobran. Y también hay que pagar el espacio. El montaje del sitio cuesta 400 millones. Y solo los impuestos, 457 millones. Nosotros somos administradores y donantes. Es decir, recibimos el dinero de la Alcaldía para administrarlo y, además, donamos una parte adicional de 600 millones de pesos.

Semana: ¿Y por qué regala su trabajo?

N. S. : Yo trabajo en la región desde que monté la mesa humanitaria de Montes de María en 2005. Siempre gratis. Nunca nadie me ha dado un centavo.

Semana: ¿Cuánta gente trabaja en Springer Schwarzenberg Consulting Services?

N. S. : Más de 50 personas en este momento.

Semana: Hable de su contrato con la Fiscalía. ¿Es verdad que se lo dieron a dedo?

N. S. :No creo que me lo hayan dado a dedo. Pero sí le puedo decir por qué tengo las competencias. La gente me reconoce por mi trabajo en medios. Pero mi labor de toda la vida ha sido otra. Es decir, los pregrados, la maestría y el doctorado que tengo son en Derecho Internacional Humanitario y Derecho Internacional de los Derechos Fundamentales. He sido investigadora, y por eso he recibido obligaciones complejas y reconocimientos.

Semana: ¿Pero cómo obtuvo el contrato?

N. S. : En 2012 publiqué el informe ‘Como corderos entre lobos’ sobre el reclutamiento de niñas. El fiscal me dijo que hiciera una presentación en la Fiscalía. Después me contó que estaba introduciendo una metodología para priorizar crímenes graves y un modelo de doble imputación a través de la Unidad de Análisis y Contexto, que hoy es la Dirección de Análisis y Contexto. Esta se ha vuelto una cosa gigantesca. Tiene casi 400 investigadores, pero debe alcanzar unos 800 para estar a full capacidad.

Semana: ¿Y su rol cuál es?

N. S. : El fiscal me dijo que necesitaba ayuda porque implicaba un cambio institucional y cultural enorme en medio de la urgencia de avanzar con investigaciones. Él tenía que balancear entre ambas necesidades.

Semana: ¿La Fiscalía no daba abasto?

N. S. : Es que es un volumen monumental. El objeto de mis contratos con la Fiscalía ha sido excavar. Con un agravante: hay que excavar en bases de datos, a veces localizadas en un solo fiscal, a veces en una base general, y a veces todavía en papel.

Semana: ¿Otras firmas hacen ese trabajo?

N. S. : Lo que hacemos específicamente… yo tengo entendido que no.

Semana: ¿Por qué?

N. S. : Además de un trabajo cualitativo de análisis, agregamos herramientas cuantitativas de las matemáticas, la econometría, la estadística y la georreferenciación. Usamos bases de datos de satélites, algoritmos y procesos más complejos.

Semana: Pero ni siquiera Tony Blair cobra tanto.

N. S. : Blair cobra como asesor. Nosotros cobramos por procesos. Y los procesos son miles. Para hablar de solo una cifra: revisamos reclutamiento de niños solo para el bloque oriental entre 1990 y 2004, y son más de 3.300 casos. Lo que se necesita para eso es gigantesco y costoso.

Semana: ¿Le molestó la polémica en torno a su labor?

N. S. : No, solo me sorprendió porque ya se había dado hace un año y pensé que estaba solucionada. Pero la gente tiene que hacer escrutinio público. Y punto. Yo no estoy por encima de la ley, a mí me toca como a todo el mundo.