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"NO HAY FUTURO SI BUSCAMOS COALICIONES IMPOSIBLES"

CARLOS HOLGUIN SARDI

10 de julio de 1989

SEMANA: Hace pocos días usted dijo que si su partido se divide se acaba. Teniendo en cuenta que ya esta dividido, ¿no cree que ya se acabo?
CARLOS HOLCUIN: No creo que esté dividido. Hay, como en todo partido, diversas tendencias y opciones que pueden acarrear un enfrentamiento frontal, que de no poder superarse originaría la división. Yo estoy tratando de evitar que eso ocurra, apelando a la sensatez de los copartidarios y haciéndoles ver que en los actuales momentos una división conservadora significaría la disolución del partido.

S.: Entonces, ¿cuál es la fórmula que usted plantea para la unión?
C.H.: Obrar con grandeza. Ni el doctor Pastrana ni el doctor Gómez pueden ser inferiores al lugar en que estan ubicados, y los demás debemos obrar no con el criterio de servirnos de ellos como muletas para alcanzar nuestros propósitos, sino como fuerzas de presión para evitar que disuelvan al partido.

S.: ¿Quiere decir eso que uno por exceso de poder y arrogancia (Pastrana), y el otro por exceso de frustraciones (Gómez) están hundiendo al partido ?
C.H.: Quiere decir que hay más razones temperamentales que doctrinarias en la situación que estamos viviendo.

S.: ¿No será más bien la falta de una doctrina la que esta disgregando al partido? Recuerde que muchos creen que el sindrome belisarista le rompió la columna vertebral al conservatismo.
C.H.: No. El partido tiene doctrina, el síndrome belisarista lo afectó más en la imagen ante la opinión o en las actitudes que algunos decidieron asumir. Por eso hay precandidatos que no se sabe dónde están parados, porque buscan a ver cómo se acomodan a la opinión.

S.: Y usted, ¿ dónde está parado ?
C.H.: En la avanzada del futuro. He planteado unas tesis claras y definidas sobre el nuevo modelo político, económico y social que debe desarrollarse en el país para poner a Colombia a tono con los tiempos. Ese planteamiento responde a las ideas que hoy están predominando en el mundo como la disminución del tamaño del Estado, para que sea eficaz en aquello que sólo él puede darnos, seguridad y justicia; como la apertura de la economía para que crezca a un ritmo que nos permita el pleno empleo; como hacer de todo colombiano un propietario, o como abrirle oportunidades de ascenso a una clase media que hoy crece pero se empobrece.

S.: Esto en el terreno teórico. Pero en el de los votos esta establecido que el Partido Conservador puede llegar al poder de nuevo, siempre y cuando el candidato tenga más votos que su propio partido...
C.H.: Aspiro a tenerlos, sobre la base de que el pueblo colombiano ya tiene que estar llegando a un grado de inteligencia y madurez política que le permita comprender que si estas ideas son buenas para su futuro y para su desarrollo, no pueden desecharlas ni ignorarlas y que debe respaldarlas. Así ha ocurrido en otros países. Con esas tesis, Reagan consiguió que una juventud que sólo votaba en un 27% pasara a votar en un 68% y de ella el 80% votará por él. Si aquí donde del total de la juventud vota menos del 20% logramos, con estas tesis que le están garantizando una cantidad de futuro a esa juventud, que ella vote y nos respalde, allí habremos licuado las lealtades refrigeradas que el clientelismo liberal ha venido congelando a lo largo de los años.

S.: Pero no ensillemos antes de traer las bestias. ¿Cómo aspira a conseguir la candidatura oficial de su partido?
C.H.: Un poco con la misma estrategia. Me matriculé en el debate de las candidaturas cuando vi que se podía cumplir la función de exponer unas tesis que le abrieran el horizonte al partido. Si su clase política lo entiende así, tampoco podría desecharlo.

S.: ¿Cómo va a vencer al clientelismo conservador que ha congelado sus propias maquinarias?
C.H.: Allí no se trata de vencer, sino de convencer. Y estoy seguro de que esa dirigencia es la más interesada en que se le abra futuro, que no lo hay si se divide el partido, que no lo hay si se siguen haciendo planteamientos anacronicos, que no lo hay si nos ponemos a buscar coaliciones imposibles y que tampoco lo hay si mimetizamos el partido haciendo concesiones al complejo de minoría.

S.: ¿Cómo dice que las coaliciones son imposibles, si su actual jefe, el doctor Pastrana, sostiene que en todas las encuestas la gente se pronuncia a favor de los gobiernos nacionales y su antiguo jefe, el doctor Gómez, es quien ahora propone las coaliciones ?
C.H.: Primero que todo permítanme decirles que lo de la antiguedad y actualidad no tiene vigencia. Y en cuanto a lo otro, si bien las encuestas dicen que el pueblo quiere gobiernos de coalición, recuerden que hace cuatro años las encuestas decían que un 71% de los colombianos quería gobierno de participación nacional y en las elecciones el 58% votó por el gobierno de partido.

S.: El senador Rodrigo Marín retiro su posible precandidatura sobre el supuesto deque para financiar las campañas se necesita mucha plata y ser lagarto. ¿ Usted la tiene y esta dispuesto a lagartear?
C.H.: De las pocas cosas que no he podido hacer nunca en la vida es lagartear. Por eso tengo hasta fama de hosco y de retraído. En cuanto a la financiación de las campañas, por supuesto que es uno de los grandes desafíos a que se expone todo candidato. Pero no se puede ser cobarde frente a el. Hay que afrontarlo, porque de lo contrario se acabaría la democracia, y afrontarlo con dignidad y con limpieza, por supuesto.

S.: Todo parece indicar que en este proceso lo único que usted va a perder es plata. Pues si no logra la candidatura oficial del partido, al menos logra perfilarse como figura nacional...
C.H.: Miren, no voy a perder ni plata. Todo va a ser ganancia.

S.: Todo precandidato que se respete tiene su propio recetario para la paz. ¿Cuál es el suyo?
C.H.: Para recuperar la paz debemos recuperar antes varias cosas. Primero, el principio de autoridad. Segundo, el dominio del territorio nacional por el Estado. Tercero, la presencia del Estado eficaz para darle a la sociedad, como dije atrás, lo que sólo él puede darle: seguridad, justicia y atención de las necesidades básicas del hombre. No podemos pedir que el Magdalena Medio se pacifique totalmente si su población se sigue envenenando todos los días por carencia de agua potable, o que el Uraba antioqueño se normalice si no hay mecanismo de seguridad social y protección al trabajador en un lugar donde se ha desatado semejante proceso de desarrollo económico.

S.: Eso en cuanto a lo que Belisario llamaba las causas objetivas de la violencia. Pero y en cuanto a las subjetivas, a las políticas, ¿ qué hacer frente a la guerrilla o frente al narcoparamilitarismo, tal vez el factor más desestabilizador ?
C.H.: Creo que la existencia de un Estado eficaz también es una respuesta a las razones políticas en que pueden ampararse algunos grupos alzados en armas, porque ese Estado eficaz garantizaría su incorporación a la vida civil y su lucha por el poder a través de los mecanismos democráticos, como también ese Estado eficaz es una respuesta a las razones abominables del crimen organizado, porque garantizarían la acción de la justicia.

S.: ¿No es demasiado ingenuo este planteamiento con respecto al narcoparamilitarismo ?
C.H.: No lo creo, porque el ejercicio de la autoridad tiene que conducirnos al orden y a poner a esa gente en cintura. Con ellos no puede haber ningún tipo de negociación.
S.: Para terminar, ¿cuál cree usted que es el más peligroso de los posibles contendores liberales?
C.H.: Ninguno, porque el país no puede caer ni en el conservatismo postizo de Durán, ni en el populismo anacrónico de Samper, ni en el mesianismo de Galán.