Home

Enfoque

Artículo

Jorge Lian García

ENFOQUE

“Para mí la izquierda y la derecha son una estafa”: Kamankola

Jorge Lian García, conocido como Kamankola, es uno de los músicos underground más importantes de Cuba. Le explica a SEMANA cómo es hacer música en un régimen comunista.

19 de septiembre de 2020

SEMANA: ¿Cómo se hace música en Cuba o cómo es el mercado musical allá?

Kamankola: En Cuba, cuando tu proyecto es rentable, pasas a pertenecer a las empresas y disqueras del Estado, que se encargan de promocionar y producir tu trabajo. En el caso de los músicos más underground y que no tienen estos privilegios en la televisión o en la radio, como yo, es bastante difícil buscar reconocimiento. Todo en Cuba es controlado por el Gobierno, no existe el sector privado. No creo que todos los artistas que han triunfado sean afines al Gobierno, pero estos sí tienen mucha ayuda y pueden grabar un disco cuando quieran y tienen más beneficios.

SEMANA: Si no tiene el apoyo del Gobierno, ¿cómo hace para grabar y promocionar su música?

Kamankola: Tuve la suerte de dar con unos brothers que me iniciaron en el mundo del crowdfunding. Pese a las dificultades de internet en Cuba, logramos crear una campaña y recolectar el dinero para producir un disco, que fue el primero realizado de esta forma por un cubano desde Cuba. Eso me dio muchísima libertad, porque ya no dependía de las disqueras cubanas. He hecho dos discos con crowdfunding y otros dos con privados de socios y amigos.

SEMANA: ¿Cuál es su inspiración o sus temas recurrentes en sus canciones?

Kamankola: Es el sentimiento que produce la migración, porque ha marcado muchísimo mi vida. Sentir ese sufrimiento de la persona que se va, de la que se queda, toda la historia que ha tenido mi país con respecto a esa situación. También el amor es un tema recurrente, la crítica social sobre la realidad de mi país. Creo que he ido viajando y conociendo muchas realidades, y esa crítica se ha ampliado; siento lo mismo con la situación de Nicaragua o de cualquier país, porque he sentido cómo sufre toda la humanidad.

SEMANA: ¿Ha tenido algún problema por las críticas que hace?

Kamankola: Siempre hay problemas con la censura, con la mala interpretación que tienen algunas personas al recibir el mensaje que yo doy. He sentido censura en temas, pero yo no hago canciones para la radio, sino para mí, porque es una necesidad de expresar lo que siento. He sentido tristeza por esa gente que se encarga de la censura, porque se queda en la superficie y no llega a entender que estoy expresando amor.

SEMANA: ¿Qué piensa la juventud cubana?

Kamankola: Creo que la gran mayoría de la juventud quiere salir de Cuba. Hay otro grupo, en el que me incluyo, que todavía siente esa esperanza y esa magia que se respira en Cuba y que se quiere quedar acá para hacer algo por el país. Yo también quise en algún momento de mi vida irme, pero luego empecé a viajar y entendí que la realidad es dura en todos los lugares. Y yo me quedo en Cuba porque La Habana es la ciudad que más me gusta en el mundo, está mi familia y, además, creo que estoy contribuyendo socialmente con mis hermanos y hermanas a través de mis temas.

SEMANA: Unos tienen a Cuba como ese símbolo de la revolución de izquierda, otros creen que es una dictadura opresora. ¿Cuál es la realidad política de Cuba?

Kamankola: Siento que todo es tan extraño en el mundo porque ni la izquierda ni la derecha gobiernan bien. Nos han lavado el cerebro para sentir un ideal por un sistema que supuestamente va a hacer mejor las cosas. Pero no es así; finalmente, el pueblo siempre sufre o le falta algo, se siente robado. También debo decir que, si bien Cuba no es la maravilla, tiene cosas buenas y valores. Hoy por hoy, con este problema del coronavirus, el país lo ha controlado mejor, porque nos hemos preocupado por salvar vidas.

SEMANA: ¿Usted es de izquierda o de derecha?

Kamankola: El sentimiento mío es que no lograré creer en ningún partido que no demuestre que va a atender todas las necesidades humanas. Y como se ve en el mundo, los negros siguen teniendo problemas, los gais también, y yo nunca voy a lograr creer en unos partidos. Para mí, la izquierda y la derecha son una estafa y nada de lo que han intentado proponer ha sido real.