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¿POR QUE BRINDE CON LA GUERRILLA?

GLORIA ZEA

1 de octubre de 1984

La foto de la semana fue la de Gloria Zea y Emilio Urrea brindando con champaña al lado de una guerrillera armada de metralleta. La directora del Museo de Arte Moderno apareció, además, en varias ocasiones, vestida con atuendos de fatiga, departiendo con rudos comandantes de la subversión. Estuvo en Nutibara, Antioquia, conversando durante varias horas con el Frente Pedro León Arboleda del EPL, compuesto por 80 hombres y comandado por Bernardo Gutiérrez, y el día de la firma de la tregua en Medellín con el estado mayor del mismo EPL y su comandante en jefe, Ernesto Rojas. Nunca antes, Gloria Zea había estado frente a un guerrillero. Su nombramiento como miembro de la Comisión de Negociación y Diálogo le dio esta oportunidad.
SEMANA: ¿Cómo le parecieron los guerrilleros: sectarios, insensibles, bandoleros, incultos, crueles?
GLORIA ZEA: Son gente tranquila, muy discreta y cordial, que no hace demagogia elemental y burda. Absolutamente disciplinados y comandados por gente muy preparada y en nada improvisados. Hay entre ellos un alto porcentaje de profesionales jóvenes de la Univeridad de Antioquia y de bachilleres ya graduados. Con ellos se puede dialogar divinamente. Los dos hermanos Calvo me parecieron dos líderes especialmente carismáticos.
S: ¿Usted cree que será posible la paz? ¿Cree en la buena fe de la guerrilla?
C.Z.: Tengo una impresión muy honda y profunda de que se obra de buena fe. Lo de estos días no es una farsa, es un compromiso profundo, una opción que ellos han adoptado y que van a mantener y a defender.
S.: ¿A qué cree usted que se debe entonces esa ola de pesimismo que se nota en sectores de la sociedad?
C.Z.: Pienso que el país está dividido en dos. Un país totalmente al margen de lo que ocurre, a espaldas de la realidad nacional, que sólo conoce un círculo estrecho, egoista y cerrado, en el que se mueve. Este país ignora absolutamente el proceso político de la izquierda y la dimensión real y los alcances de la lucha armada, sigue creyendo con ingenuidad total que la forma de acabar con la subversión es la fuerza y la mano dura. Desconoce que ésta es una opción que el país ha ensayado por 30 años sin ningún resultado o, por el contrario, con un resultado de incremento de la guerrilla, la cual respondé a una realidad social dramática, en la que él germen subversivo se da como en un caldo de cultivo. Este sector del país, totalmente ciego, es el que se mesa los cabellos y al que le parecé indignante lo que ha ocurrido. Yo pertenezco al otro país, y lo digo con mucho honor. Soy, desde luego, miémbro del capitalismo, no pertenezco a la lucha armada, pero hago parte del país que conoce la realidad nacional, trabajo no para mi bienestar, sino para la comunidad y recibo alborozada el proceso de paz del gobierno, como la única opción posible.
S.: ¿Cómo le parecen las reacciones que ha suscitado su foto de brindis con la guerrillera?
C.Z.: El país ha hecho una tempestad en un vaso de agua y un escándalo superficial y frívolo sobre esa foto, cuando en realidad es un bello símbolo de lo que ha ocurrido. El EPL asistió armado a la firma por dos razones. Primero, para subrayar el hecho de que ellos no son un grupo derrotado. De que no era un acuerdo entre vencedores y vencidos, sino un pacto con un grupo armado que con plena autonomía escogía la vía de la paz. Y segundo porque es innegable, y más por lo que ocurrió en Corinto, que hasta el último momento existía un peligro real. Brindamos con champaña nacional, espumosa, con vino blanco colombiano ofrecido por los guerrilleros. Y lo hicimos después de la firma, cuando ellos ya estaban dentro de la ley. Ha sido el momento más emocionante e históricamente importante en muchos años. Si ésto no merecía un brindis, entonces ¿qué lo puede merecer?
S.: ¿Cómo vio la reacción de la gente frente a los guerrilleros? C.Z.: La población mostró total apoyo y gran simpatía por la guerrilla. Y también un gran deseo y necesidad de paz. Es que el país ha vivido en pie de guerra, aunque los señores en los cocteles vean otra cosa. Los que vimos esa solidaridad de la población con los grupos alzados en armas quedamos pensando que en el país hay dos grupos de ejércitos subversivos: los que empuñan las armas y mucha gente que emocionalmente está de acuerdo con la guerrilla.
S.: ¿No le da miedo que ahora la tachen de simpatizante de la guerrilla?
C.Z.: Todos los colombianos estamos contra el secuestro y la violencia. Todos queremos que un día desaparezcan y se reemplacen por la lucha ideológica con los sistemas que la democracia permite, el primero de los cuales se estaba poniendo a prueba al permitirle al EPL que hablara al país. Y que se acostumbren los colombianos, porque eso es lo que va a seguir pasando, ahora que el M-19, el EPL y las FARC tienen derecho a hablar. La verdad y la apertura política ya no son exclusividad de los dos partidos caducos y llenos de vicios. Esto será muy sano porque hará que estos partidos tradicionales se pongan las pilas.
S.: ¿Estas ideas suyas no le han traído problemas últimamente en las conversaciones de coctel?
C.Z.: Yo casi no voy a cocteles. Además, estoy acostumbrada a decir mis opiniones, que siempre están en contra y no será la primera vez que lo que digo y hago sea piedra de escándalo.--