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ENTREVISTA

"Si no escribía me moría"

Juan Gossaín habla de su novela, 'La balada de María Abdala', que se publica completa este 19 de junio en la revista 'Diners'.

18 de mayo de 2002

SEMANA: Hace 30 años usted les dijo a sus amigos que quería escribir una novela. ¿Por qué tardó tanto?

Juan Gossain: Porque soy un inseguro irremediable. No tuve el coraje suficiente y me extravié en otros caminos.

SEMANA: Se sumergió en el periodismo, especialmente el radial. ¿Qué enseñanza le ha dado la literatura oral que usted hace y la impresa en la que ahora ejercita?

J.G.: La radio me ha enseñado la precisión en la palabra. Para expresar es necesario usar la palabra adecuada, es la única forma de comunicar bien. Esa técnica la he llevado a la literatura.

SEMANA: Como dice Gabriel García Márquez, hay que pelearse a trompadas con las palabras.

J.G.: Así es. Yo tenía el músculo bien entrenado porque llevo muchos años agarrándome con las palabras.

SEMANA: A propósito de Gabo, en Colombia hay una nueva generación de escritores que logró pasar por encima de su enorme influencia. ¿No teme usted quedar atrapado allí?

J.G.: Fue uno de los grandes retos que tuve al escribir. Era un fantasma enorme que me perseguía: ambos somos caribes, ambos conocemos los mismos personajes, la semilla de ambos es la misma tierra mágica. Por eso, cuando tuve conciencia de que podía hacer lo mismo, paré y construí mi propio camino.

SEMANA: ¿Y en qué es diferente?

J.G.: En el tono. Busqué que la sonoridad de las palabras fuera mía, que transmitiera más emociones que personajes y hechos.

SEMANA: ¿Y lo logró?

J.G.: Estuve madurando la novela durante 30 años y tardé 10 escribiéndola, así que por lo menos en honor a este tiempo espero haberlo logrado.

SEMANA: Usted tiene 54 años y mucho prestigio en su oficio. ¿Para qué someterse al juicio del público en otro escenario?

J.G.: Porque si no escribía me moría. Era una presión monumental que me asfixiaba, tenía que sacarme ese tumor de encima y la única manera era dándole una vida propia a la historia, que se fuera sola.

SEMANA: Usted y Daniel Samper Pizano publican sus novelas entrados en años. ¿Vale la pena arriesgarse a competir con la camada de escritores jóvenes?

J.G.: Vale la pena escribir. No hay escritores jóvenes ni escritores viejos. La única certeza, libros buenos y libros malos.

SEMANA: ¿Y el suyo es bueno?

J.G.: Es imposible para mí responder eso. Los únicos sabios son los lectores.