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Sin palabras

21 de octubre de 2006

En el debate realizado en el Congreso al proceso de paz con las autodefensas, el senador Álvaro García llamó la atención de todos, no sólo por su pasional y deshilvanada defensa a las acusaciones de vínculos con la AUC, sino porque aceptó a todo pulmón que desde hace 10 años no habla en el Congreso. Muchos se preguntaron, entonces ¿cómo se ganó el sueldo? SEMANA consultó a varios periodistas que cubren Congreso e hizo una selección de otras figuras mudas. Algunos fueron grandes oradores y ya están cansados y otros prefieren el silencio. Ahora se justifican en la ley de bancadas, que establece voceros de partido, o en el viejo proverbio de que ‘en boca cerrada no entran moscas’. Está bien no hablar por hablar, ni abusar del protagonismo. Pero el Congreso es un parlamento y viene de ‘parlar’, es decir hablar.