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Soñar no cuesta nada

10 de marzo de 2007

La aparición de miles de billetes finamente picados en una finca cerca de Palmira (Valle) generó no sólo una romería de guaqueros, sino todo tipo de interpretaciones y comentarios. Entre el ripio se veían pedazos de billetes de 2.000, 5.000, 10.000, 20.000 y hasta 50.000 pesos, lo que llevó a la multitud a buscar billetes enteros o que se pudieran pegar. Se llegó a decir que la plata era de algunos narcos que prefirieron destruirla antes de que fuera incautada. Al final, se supo que el Banco de la República había ordenado destruir miles de billetes en Cali porque habían cumplido su vida útil. Estos fueron molidos y arrojados a la finca Villa Any en Palmira. El problema es que uno de los empleados del Banco había solicitado al gerente regional que le dieran el desperdicio para hacer un relleno en su propiedad, lo que aparentemente rompe los protocolos de la entidad. Gerardo Hernández, gerente regional de la entidad, dijo que frente a este hecho, varios funcionarios están siendo investigados.