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¿Todo apunta a metro-tren?

9 de mayo de 2009

Contra todos los pronósticos, el martes pasado el gobierno nacional se subió al metro de Bogotá y el tren de cercanías, dos de los proyectos bandera del alcalde de la capital, Samuel Moreno, y del gobernador de Cundinamarca, Andrés González. El camino para estas megaobras parece despejado con la firma de un memorando de entendimiento con el que el gobierno se comprometió a girar a partir de 2017 como mínimo 250.000 millones de pesos anuales para cofinanciar estas y otras soluciones de movilidad para la región, incluido TransMilenio. En el encuentro, el presidente Álvaro Uribe le pidió al Alcalde terminar la fase III de TransMilenio en 2010 y empalmar de inmediato la construcción de los nuevos sistemas masivos. El gobierno decidió que un ‘validador’ lo asesorará en el proceso de cofinanciar hasta el 75 por ciento del valor de las obras, pero se espera que no redefina ni les ponga palos en la rueda a las decisiones que Bogotá y Cundinamarca ya tomaron en las urnas. Y si bien Moreno y González mantienen una tensa relación en torno a si el tren debe llegar o no a la Estación de la Sabana, el centro natural de la capital, lo más probable es que el consorcio Sener, encargado de entregar los estudios y la consultoría del metro el 30 de junio, ponga punto final a esas discusiones. Esto, porque lo más probable es que se decida que el metro y el tren de cercanías podrán rodar sobre los mismos rieles.