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Un paso adelante... dos atrás

13 de mayo de 2006

Uno de los grandes logros de los últimos años para las ciudadanos fue la ley antitrámites. Esta norma buscaba facilitarles a todas las personas un acceso rápido y gestiones eficientes con el Estado. Su filosofía era simple: para qué pedir seis sellos, si con uno basta. Parece que ese mensaje no le llegó a la Superintendencia de Notariado y Registro. Desde hace unos meses, para la salida del país de un menor es necesario no sólo la carta de autorización de los padres autenticada por un notario, sino además una legalización por parte de la Superintendencia. Este nuevo trámite puede demorar por lo menos 24 horas. ¿Y para qué sirve? Según le contaron a SEMANA, es para verificar si el notario que firma sigue siendo notario y si su firma en el documento corresponde a la registrada. Y esta revisión debe pagarla el ciudadano. No hay derecho.