Vándalos, lingüistas y radicales

Un grupo de lingüistas aficionados recorre por estos días las calles de Quito para llevar a cabo una curiosa acción: con aerosol en mano ya han corregido la gramática y la puntuación de más de 50 grafitis en la ciudad. El grupo anónimo se autodenomina Acción Ortográfica Quito y busca nada menos que “una sociedad libre de mala ortografía”. Arrancó en febrero, cuando a uno de sus miembros le causó tanta rabia ver un mensaje de amor de dos líneas repleto de errores que llamó a dos amigos y lo corrigieron. Desde entonces los tres, un abogado y dos diseñadores, se pusieron la misión de caerle a todo quien faltara a las normas del idioma, sin importar si el mensaje es amoroso, poético o político. Hace pocas semanas, incluso, corrigieron un tuit del presidente Rafael Correa. “Lo que hacemos es vandalismo ortográfico”, dicen. Tanto eco han tenido que ahora otros correctores los siguen no solo en Guayaquil, sino incluso en Madrid, España, donde un filólogo y un traductor profesional, de 37 y 47 años, ya hacen lo mismo.