“Voy a meterme en los moteles”

SEMANA: Su última idea es la de pedir recibo en los moteles, ¿cómo sabe que allá no los dan?

GUILLERMO FINO: Porque me han contado.

SEMANA: ¿Y usted hará que se exijan?

G.F.: Los moteles ya tienen la obligación de expedir recibo a sus clientes.

SEMANA: ¿Qué hacen los clientes con el recibo?

G.F.: Todo menos llevarlo a la casa.

SEMANA: ¿Cómo es la evasión de los moteles?

G.F.: Altísima y con un comportamiento de evasión horizontal.

SEMANA: En pesos, ¿cuánto es?

G.F.: En un solo caso en Bogotá, encontramos una evasión de 180 millones de pesos en un mes.

SEMANA: En promedio, ¿cuánto mueve un motel al mes?

G.F.: Depende de las parejas.

SEMANA: ¿Un cálculo en pesos?

G.F.: El promedio de ventas que hemos detectado es de 20 millones de pesos diarios, 600 millones de pesos al mes.

SEMANA: Con estas medidas los evasores van a añorar a Fanny Kertzman.

G.F.: Evasión y contrabando son dos enemigos sustanciales de la Dian. Y por el hecho de un cambio de dirección no va a haber cambio en la política. Al contrario, yo seré más duro.

SEMANA: Es decir, ¿los doberman no son cosa del pasado?

G.F.: Pues yo vengo armado con perros y con media Arca de Noé. Yo seré más inflexible aun que ella.

SEMANA: ¿Usted ya está hablando de cárcel?

G.F.: Sí. Para quienes no consignen retención e IVA hay cárcel. Para quien falsifique documentos para soportar declaraciones hay cárcel. Para quienes contrabandeen hay cárcel.

SEMANA: En el caso concreto de los moteles ¿cuál será el delito?

G.F.: Si nosotros detectamos que ellos, por ejemplo, cobraron el IVA y no se lo pasaron a la administración, eso tiene una responsabilidad penal.

SEMANA: ¿Y cómo va a confirmar que al cliente le den el recibo?

G.F.: Dentro de las estrategias que tenemos está el meternos a las cajas de los moteles para contabilizar los ingresos diarios que se están haciendo, así podremos verificar si el señor por cada transacción que hace está expidiendo la factura que establece la ley.

SEMANA: Y si los moteles no quieren.

G.F.: Pues nos paramos en la puerta. Al tercer carro que le pidamos la factura, estamos seguros nos van a permitir facturar.