ENTREVISTA
"Las satisfacciones del arbitraje son muy individuales y privadas"
El silbato Jorge Arango, de 45 años, fue elegido como el mejor árbitro asistente de fútbol del mundo en 2002.
SEMANA: A la mayoría de las personas les parece un poco masoquista que alguien escoja la profesión de árbitro de fútbol, por aquello de que tan frecuentemente le recuerdan el nombre de su madre. Más raro aún es encontrar a una persona especializada como árbitro asistente, ¿cómo se llega a desear convertirse en eso?
Jorge Arango: Esa es la pregunta del millón. No sé. Es posiblemente una vocación. Yo llegué después de gustarme mucho el fútbol. Fui jugador en el colegio, pero más bien malo. Era defensa lateral y a raíz de ver muchas injusticias y muchas cosas justas. Pero antes que analizar si el equipo de los amores ganaba bien o mal, si era justo o no, analizaba el porqué. Desde ese entonces yo sentí que quería ser un árbitro.
SEMANA: ¿Quién fue su maestro?
J.A.: Octavio Sierra, mi gran amigo que había sido árbitro. El me formó el carácter.
SEMANA: ¿Cuál es el perfil o la personalidad de un árbitro?
J.A.: Es el perfil de quien imparte justicia en cualquier campo. Debe tener una personalidad firme, definida, saber y creer en lo que hace. Tener convicción. Además debe manejar mucha concentración y saberse colocar bien en el campo de juego.
SEMANA: ¿Recuerda cuántos partidos ha pitado en sus casi 23 años de carrera arbitral?
J.A.: Sí. Lo tengo muy claro y me importa mucho porque creo que esa es la única herencia que le voy a dejar a mi hija. En toda mi historia he pitado 400 partidos profesionales, de los cuales 89 fueron partidos internacionales.
SEMANA: ¿Cuáles fueron los partidos más importantes para usted?
J.A.: Si a mí me ponen a escoger, el partido inaugural de la Copa Mundo 98 y la final intercontinental en Tokio el año pasado, entre Real Madrid y Olimpia de Paraguay.
SEMANA: Usted fue reconocido como el mejor árbitro colombiano el año pasado y ahora el país se entera que también lo eligieron como el mejor árbitro asistente del mundo, ¿por qué se conoce apenas que recibió este título?
J.A.: Porque esa es otra gran realidad. Las satisfacciones del arbitraje son muy individuales y privadas. Como que no son sino de nosotros.