"Lo de los bebés fue terrorífico"

SEMANA: ¿Pasó usted de héroe a villano?

CARLOS ARIEL RODRÍGUEZ: Durante mi administración obtuvimos un certificado de la Unicef como hospital amigo de la lactancia, la infancia y la mujer; fue la segunda empresa de Colombia en obtener una certificación integral en ISO 9000, el presidente Pastrana nos dio el premio Nacional de Alta Gerencia y, luego, el presidente Uribe, el premio Nacional de Calidad....

SEMANA: Y entonces, ¿qué pasó?

C.A.R.: Aunque parezca increíble, todos esos logros no calaron bien en cierto sector del hospital y ocurrió semejante hecho.

SEMANA: ¿Es difícil creer que por un resentimiento contra usted atentaran contra 26 inocentes bebés?

C.A.R.: Nunca pensé que un acto criminal de ese tamaño pudiera tener lugar en una de mis administraciones. Uno como médico trabaja para preservar la vida. Yo sí había tenido ciertas discrepancias con un pequeño grupo de trabajadores que me hicieron paro recién inicié como gerente, pero nunca se me pasó por la cabeza semejante acto criminal.

SEMANA: ¿Y además lo retiraron a usted del cargo?

C.A.R.: No fue justo que a un hombre que le ha servido al país por 22 años en la administración de hospitales lo hayan sacado de forma tan atropellada. Pensaron que si yo seguía en el cargo, continuarían echándoles formol a los niños.

SEMANA: ¿Qué pensó cuando se produjo el fallo de la Fiscalía?

C.A.R.: Aunque al principio del escándalo pensé que se trataba de un error humano, fui tejiendo cabos y me di cuenta de que sí se trataba de un complot contra mí. Estaba en pleno proceso de reelección e hicieron eso para evitar que me quedara. Pero, afortunadamente, la verdad salió a la luz.

SEMANA: ¿Y laboralmente qué pasó con usted?

C.A.R.: Estoy asesorando a los hospitales de Facatativá y Suba para la obtención de la ISO 9000 y continúo como docente de varias universidades de Bogotá.

SEMANA: ¿Qué les dice usted a las personas que cometieron semejante acto contra los bebés?

C.A.R.: Yo hubiera preferido, mil veces, algo personal. Que me hubieran mandado a aporrear, por ejemplo. Pero eso que hicieron con los bebés es un acto terrorífico.