"No inventamos nada"

SEMANA: ¿Vuelve ‘Contravía’?

Hollman Morris: Vuelve porque tenemos memoria, seguimos en Contravía y seguimos en la televisión colombiana. Salimos el jueves a las 11 de la noche por el canal Uno, con retransmisiones de los canales regionales.

SEMANA: ¿Y cuándo se habían ido?

H.M.: Nos fuimos hace seis meses por falta de financiación. ‘Extrañamente’, ciertas gestiones para ello fueron bloqueadas a través de la web. Creemos que tiene que ver con las interceptaciones ilegales, con el tema de los descréditos y la propaganda negra.

SEMANA: ¿Es que andar en contravía cuesta mucho?

H.M.: No es tanto que se acabó la plata, sino el proyecto, porque era financiado por varias embajadas y organizaciones de la Unión Europea. Gestionar recursos afuera es un trabajo largo y de mucha paciencia. Sin embargo, logramos la financiación de la Open Society Institute y de la Fundación Soros.

SEMANA: ¿Y con qué enfoque vienen?

H.M.: Queremos hacer un periodismo que reconstruya la memoria histórica del país, la de las víctimas, de los pueblos; un periodismo que no muestre la historia oficial del país.

SEMANA:¿Usted no va mucho en la vía del uribismo?

H.M.: No soy antiuribista. Yo hago periodismo y en este gobierno se han presentado unos enormes agujeros negros en el tema de derechos humanos. Yo tengo el compromiso con la democracia de denunciar estos hechos. Si eso es oposición, que me digan opositor.

SEMANA: ¿Qué les dice a los que lo tildan de comunista?

H.M.: Yo de comunista tengo lo mismo que de maratonista, o todo lo que tenga ‘ista’. Nunca he militado en un partido. Soy un militante de la defensa de la vida.

SEMANA: ¿A quiénes les van a pisar los callos?
H.M.: Voy a pisar muchos callos porque voy a hacer un periodismo para la memoria. Aquí se ha pretendido negar pasados oscuros, vestir de nuevos ropajes a personajes y movimientos oscuros.

SEMANA: ¿Por qué dice que todavía lo están fustigando?

H.M.: Son 10 años de hostigamientos. Salí en 2000 del país por amenazas, regresé en 2003 y ya me estaban siguiendo, interceptando, y hoy todavía me siguen. Pero no han podido callarnos ni van a poder. Contravía vuelve al aire aunque sabemos que no tenemos las garantías.