“No se puede tratar a la gente como idiota”

Santiago Rivas: No proponiéndomelo. Yo no estaba pensando en ganar un premio India Catalina, ni en quedar nominado. Me gané ese premio trabajando como a mí me sale de los huevos. Uno debe hacer las cosas de un modo distinto. El tono convencional de entretenimiento tuvo un momento que fue revelador, pero mi estilo que es ‘verborreico’, uso coloquialismos, colombianismos y eso es diferente. Puros Criollos era una serie documental. Hace unos meses pensaba que hacía televisión cultural, y fue un acierto de Señal Colombia meterlo en la categoría de entretenimiento en los India Catalina, porque sí resultó siendo un programa entretenido. La clave está en que yo trabajo en un programa que vería.

S.R: Porque viven de la pauta, nosotros no. Somos libres, no necesitamos de la aprobación, de la plata ni de la publicidad de ninguna empresa.

S.R: Yo creo que sí, nos ha ido muy bien. Mi teoría es que por no buscarla, la logramos. Yo confío en el programa, pero también nos apoyamos mucho en las redes sociales. Ésta es una televisión sorprendente y la gente logra percibirlo.

S.R: No como se hace ahora. Allá, tratarían de tener contenta a mucha gente, y creo que esa es la clave del fracaso. No sobreviviríamos por nuestros comentarios políticos y porque el presentador es gordo y no mostramos gente bonita. La televisión es una gran mentira. Ellos hacen casting de etnias, y así escogen al negro bonito, a la india bonita. A nosotros nos interesan las historias.

S.R: Me parece inteligente. Es un gran autopromotor y sabe como hacer las cosas. Por otro lado, me parece que se vende muchísimo y así termina obligado a hacer muchas concesiones.  En fin, nadie esta obligado a ser tan ‘Mafaldo’ como yo.

S.R: Yo creo que si la gente es lo suficientemente bien educada e inteligente puede aprender mucho de un reality. Pero los empresarios de la televisión no están pensando en que uno aprenda. El nivel de la televisión debería subir y no se debería tratar a la gente como idiota. Por ejemplo, la Voz Colombia es lo más decente que se hizo en términos de reality porque no abusaba de la gente. Y sin embargo, sí abusaba del drama, de la cámara lenta, del pariente mirando la pantalla, de la lágrima. En resumen: pornografía emocional.

S.R: Me parece que Vicky Dávila es una falsa innovadora. Ella maquilla una agenda de la derecha colombiana y está haciendo política por entretenimiento. No enriquece el debate político, no habla de la política real, está contando chismes y editorializando, pero lo vende como si fueran noticias. Claudia Gurisatti vendía un programa de opinión, llamaba a un panel y sesgaba la información. También ella editorializaba. Y Andrés López… nos mandó a sus abogados por un videoblog de una parodia que hicimos de él. Es que nos parecía muy mal que utilizara ‘La pelota de letras’ para vender su propia iglesia. Para mi un humorista que no puede reírse de sí mismo no merece respeto.

S.R: Posiblemente sí. Como mecanismo me ha servido a buscar la reflexión, a plantear más preguntas que respuestas en los programas, a ser creativo.

S.R: Todo. No hay nada más colombiano que tratar de negar ser colombiano. Algo puntual que me llama la atención es la capacidad que tenemos de adaptar todo para que parezca nuestro. Piense en el Renault 4, que es un carro francés, pero colombiano: aquí lo bautizan con el cura del barrio, le ponen nombre, lo engallan y lo pintan con la bandera de Colombia.