"Nunca pretendería salvar al mundo"

SEMANA: ¿Cuál es su género predilecto? MARTÍN CAPARRÓS: No hago diferencias grandes entre la ficción y la no ficción. No prefiero a uno sobre la otra. Simplemente hay cosas que me dan más ganas de contarlas con los recursos de la no ficción y otros con los de la ficción. Es un pacto de lectura en el que uno le dice al lector "bueno esto es una novela, o sea que lo que te estoy contando no sucedió, o esto es una crónica y lo que te estoy contado yo lo vi". SEMANA: ¿La realidad de América Latina, por ejemplo, está dada para ser contada por medio de la no ficción? M.C.: Siempre he pensado que es un mérito ser un periodista en estos países. Pero hay que querer y tener el coraje. La crónica, por ejemplo, es la manera de cambiar el foco de la información. SEMANA: ¿La crónica es el camino? M.C.: Sí, pero hay que darle un nuevo tratamiento. Usualmente, ésta sólo trata a los ricos y a los famosos, mientras que el resto de la gente sólo se incluye cuando les pasa algo espantoso. La crónica no cumple sólo un papel estético y literario, es el espacio, también, para esa gente, y ahí nosotros, los periodistas, tenemos un fuerte papel político. SEMANA: ¿Cree que en este momento hay un resurgimiento de la crónica en los países hispanos? M.C.: Hay nuevos intentos que aparecen en diferentes países del continente y que, en general, chocan contra la voluntad de las empresas de comunicación. Me alegra que se den esos intentos porque es el único espacio de los que no están incluidos en la información de los diarios y los noticieros de televisión. SEMANA: ¿Usted sigue creyendo que el propósito de todo periodista debe ser salvar al mundo? M.C.: Desmiento toda las cosas que ha dicho la prensa sobre mí. Nunca pretendería salvar al mundo. Pero sí me parece que debamos hacer un trabajo que ayude para que todos vivamos mucho mejor. Pero, aun sin hacerme ninguna ilusión, quiero seguir haciendo mi trabajo porque es la única forma de sentirme decente. SEMANA: ¿Hay algún tema al cual teme acercarse? M.C.: No me he privado de tocar ningún tema. Aunque uno puede correr con ciertos riesgos al tratar temas de violencia y miseria, no me gusta ser rehén de eso temas. Si sólo nos limitamos a eso, qué poco estamos entendiendo nuestras vidas. SEMANA: ¿En qué proyectos anda en estos momentos, además de la visita a Bogotá para el seminario 'La integración: un desafío para la comunicación'? M.C.: Estoy escribiendo una gran crónica de la Argentina. Estoy viajando por todo el país en un recorrido exhaustivo, pendiente de lo que la gente me dice, de lo que veo... Yo creo que saldrán dos tomos de crónicas de viaje.