ENTREVISTA

"Por respeto a mi esposa no iría a un bar 'swinger' ni de fundas"

El concejal de Bogotá Francisco Noguera explica por qué hizo cerrar los locales de la ciudad donde hay intercambios sexuales de parejas.

22 de febrero de 2004

SEMANA:¿Qué tiene contra los 'swinger'?

Francisco Noguera: Esos sitios pueden ser propagadores del sida. En Bogotá, los índices de infectados han aumentado, y esta es una medida para que no se siga propagando.

SEMANA: Pero, ¿no es anticuado cerrarlos?

F.N.: No. Las buenas costumbres, aunque no estén de moda también son importantes.

SEMANA:Acaso ¿ha entrado a un bar 'swinger'?

F.N.: No, nunca he entrado. Los conocí a través de la crónica de Ernesto McCausland en Soho. Por lo que leí, la gente va a intercambiar su pareja.

SEMANA: ¿Y usted entraría?

F.N.: No, nunca, porque me repugna ese tipo de establecimientos. No creo que sea normal intercambiar la persona que uno ama. Por respeto a mi esposa no lo haría ni de fundas.

SEMANA: Pero si hay otra gente a la que le gusta, ¿a dónde podría ir?

F.N.: Lo que se necesita es establecer sus locales en un territorio no residencial. Eso no está bien porque además desordena la ciudad.

SEMANA: ¿Usted cree que Bogotá es desordenada?

F.N.: Claro, y subdesarrollada.

SEMANA:¿No sería mejor gastar su tiempo en campañas educativas de cómo usar condón?

F.N.: Eso también hay que hacerlo, y el condón no es ciento por ciento seguro. Imagínese al lado de su casa un establecimiento de esos. Bogotá tiene que tener un orden. Los mismos fabricantes de condones dicen que no son ciento por ciento seguros, esa podría ser una medida alterna. En Amsterdam hay una calle especializada en esto, pero es una calle, no regados por todas partes.

SEMANA: Hay cinco o más bares 'swinger' en Bogotá. Si la cantidad de prostíbulos es mucho mayor, ¿por qué estos no se han cerrado?

F.N.: Encontré que hay 20 bares 'swinger' en Bogotá. Los prostíbulos también se están cerrando. El nuevo Código de Policía es menos engorroso para cerrar prostíbulos. El Código de Policía y el POT no pueden ser letras muertas que no se apliquen.

SEMANA: ¿Usted no cree que va en contra de la libertad individual de las personas? ¿No cree que está solo en esta batalla?

F.N.: Por el contrario, mi correo está lleno de agradecimientos y las llamadas de la gente son frecuentes, informándome sobre los presuntos sitios que deben ser visitados, cerrados.

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