“Una ‘app’ facilita la vida”

ANDRÉS GUTIÉRREZ: Es el intento de revolucionar la forma como la gente pide taxis. Uno pierde mucho tiempo para obtener un servicio y la espera suele ser inútil. De una necesidad creamos una oportunidad.

A. G.: La app gratuita se descarga con teléfonos inteligentes. Mediante un GPS ubicamos al solicitante y el taxi más cercano toma la carrera. El pasajero recibe datos sobre el tiempo de llegada, el conductor y el vehículo.

A. G.: Un día, tras fracasar pidiendo un taxi, salimos a tomarlo a la calle. El taxista nos contó que solía apagar el radioteléfono porque no era práctico: de nueve carreras le servía una. Ahí entendimos que la necesidad era mutua. El desafío fue simplificar el contacto entre el conductor y el usuario.

A. G.: Muchas veces decimos que no. En horas pico no hay poder humano que ayude. Además, el taxista es quien decide. En 15 días lanzaremos una opción que sirve de incentivo para el conductor: una propina que el cliente puede anunciar desde el principio. 

A. G.: Es imposible ofrecer seguridad total. Pero nuestro filtro es muy bueno porque a los taxistas les exigimos pasado judicial y cédula, y nosotros rectificamos la información. Hay 3.200 adscritos y todos han ido a nuestras oficinas a mostrar papeles. Además, ellos saben que los monitoreamos en tiempo real.

A. G.: Se puede si la aplicación se ‘mal-usa’. De todas maneras, por seguridad, el taxista nunca sabe el número de celular del cliente, solo el nombre y la ubicación. También los datos del cliente y del taxista se borran de los registros de la aplicación después de recoger a la persona.

SEMANA: ¿Cómo les fue en Silicon Valley, donde están Google y Apple?

A. G.: Hicimos contactos y hablamos de alianzas, pero entendimos una cosa importante: Silicon Valley existe porque es un sistema donde solo se respira emprendimiento.

A. G.: La razón es simple: ellos no invierten en empresas que no estén a 50 millas a la redonda de donde están. La única manera de hacerlo es que nos radiquemos allá y dejemos nuestro equipo de trabajo en Colombia, así tendrían un contacto directo con el que van a invertir. Por otro lado, sólo invierten si hay otro inversionista en Colombia y con un cincuenta-cincuenta se tranquilizan y protegen su inversión.

A. G.: Nos falta mucho en cuanto a tecnología. Las aplicaciones facilitan la vida y todos queremos que cosas tan simples como un taxi sean de fácil acceso. Se puede hacer mucho en materia de educación, por ejemplo, clases virtuales. En las zonas rurales, donde los niños se desplazan horas enteras para ir a la escuela, una app podría ser la solución.

A. G.: En el momento no. Eventualmente lo vamos hacer cobrándoles a los taxis suscripción o afiliación o por las carreras. Hay maneras de hacerlo. Estamos esperando que se expanda un poco más.

A. G.: No hemos pensado llegarle. Esto es del nuevo mundo, es tecnología y hacia allá nos estamos yendo: tal vez en pasos más lentos que el resto del mundo. Creo ciegamente que en un año, o dos, un gran porcentaje de población va a tener teléfonos inteligentes. Entonces ahí buscarán estas aplicaciones que pretender cambiar, facilitar y agilizar procesos.